Para esta primera llegada en alto, Primoz Roglic se impuso en el sprint en Orcières-Merlette delante de su compatriota Tadej Pogacar. El esloveno confirma su estatus de gran favorito para la presente edición del Tour de Francia. En la general, el francés Julian Alaphilippe conserva el liderato. 

En este cuarto día de competición, las expectativas se concentraron en la primera llegada en alto. Si bien no determinó la clasificación final, se pueden tirar las primeras enseñanzas de esta edición.

La primera es una confirmación. Primoz Roglic (Jumbo-Visma) es el gran favorito de este Tour 2020. El esloveno dominó a todos sus rivales en los últimos metros del ascenso final. Lanzó su esprint en la ultima curva y nadie pudo seguirlo. Un primer triunfo como  gran demostración de fuerza y un mensaje claro para sus contrincantes: los candidatos a la clasificación general tendrán que ser muy sólidos para superarlo.

La segunda lección del día es que Julian Alaphilippe, como en 2019, defenderá la camiseta amarilla con todas sus fuerzas. A pesar de quedarse sin compañeros del Deceuninck-Quick Step en los últimos 4 km, el francés logró seguir el ritmo impuesto por el equipo Jumbo-Visma. 

La tercera enseñanza del día es que los corredores latinos están presentes. A pesar que ninguno pudo disputarle la victoria a Roglic, cinco colombianos llegaron entre los 15 primeros de la etapa. Nairo Quintana fue cuarto, Miguel Angel López sexto y Egan Bernal séptimo.  

La jornada estuvo marcada por una larga fuga. Seis hombres se lanzaron al ataque desde el primer kilómetro saliendo de Sisteron. Dentro de ellos, el corredor mejor ubicado en la general era el francés Alexis Vuillermoz (puesto 46, a 3’53). 

El equipo de Deceuninck-Quick Step, del líder Julian Alaphilippe, controló la diferencia para que el tiempo de los fugados no superara los cuatro minutos. Poco a poco se redujo el tiempo entre el grupo de cabeza y el pelotón gracias al ritmo impuesto por el equipo belga, hasta que el lote los alcanzó a 7 km de la meta.