Los tiempos modernos del fútbol llevaron a Roberval a quedar hoy casi con seguridad fuera del mundo San Martín, cuando a partir de las 18 tenga una reunión en el club con el presidente, Jorge Miadosqui, para definir los pasos administrativos de su adiós, pese a restarle un año más de contrato. Pero, ¿qué pasó para que el brasileño deje el Verdinegro de esta forma? Cerca del mediodía de ayer, en la práctica que se desarrollaba en el Hilario Sánchez, el moreno tuvo una pelea a golpes de puño con su compañero, Pablo Cantero, con quien fue a disputar un balón en el trabajo táctico dispuesto por Facundo Sava y luego, tras insultarse por parte de ambos, se cruzaron algunos manotazos. Este nuevo episodio de indisciplina del nacido en Pernambuco hace 26 años parece haber sentenciado su suerte en el club de Concepción y más si se tiene en cuenta el rumor que el malestar para con él por parte de la mayoría del plantel era más que importante.
Roberval ya había tenido un conflicto similar hace una semana cuando se cruzó con el juvenil Franco Lepe, donde también debieron intervenir los compañeros para que la situación no se desbordara todavía más. En ese momento, Sava decidió sacarlos a los dos de la práctica. Ayer, luego que Roberval y Cantero se pelearan fue el brasileño quien decidió bajar al camarín, mientras que el volante regresó al entrenamiento táctico en los minutos finales.
Tal como reconoció el delantero en la entrevista con DIARIO DE CUYO anoche en su departamento, su relación con el plantel en el último tiempo fue más bien distante. No se quedaba a compartir los asados con el grupo y al momento de charlar lo hacia solo con cinco o seis futbolistas. Pero del lado de sus compañeros se conoció que ciertas actitudes del moreno ya resultaban insoportables y de ahí se habla de un ‘pedido’ para que su ciclo llegara al final y así el clima interno no se complicara.
La dirigencia al parecer entendió que era el momento de poner punto final a esta situación. Es más, tal cual contó el jugador, después del clásico ante Godoy Cruz fue él quien habló con Miadosqui para no seguir jugando ya que se encontraba con diferentes problemas de índole personal. El club decidió colocarle entonces una psicóloga para que todo se pudiera encaminar, aunque la situación ayer explotó de nuevo y parece no tener regreso.
Roberval llegó al club a mediados del 2008 de la mano de Pablo Marini, siendo uno de los puntales en esa campaña inicial del Pomelo. Aunque sus problemas con los técnicos se sucedieron primero con Oscar Craviotto, luego con el Roly Rodríguez y posteriormente con Enrique Hrabina. Su vuelta al club se dio en junio del 2010. Con Darío Franco primero en la conducción y Daniel Garnero después, resultó pieza clave en el ascenso. De hecho, marcó el gol en la ida de la Promoción ante Gimnasia y el primero en la máxima categoría ante Tigre.

