Es un personaje y por eso el hincha verdinegro lo quiere más allá que le reprocha el excesivo juego individual, pero saben que ese es su lema. Amado y odiado por los anteriores técnicos con los que tuvo altercados para irse de San Martín, volver, emigrar a Chile y retornar para la presente temporada y ayer desahogarse con el gol del triunfo sobre la "Crema". Para la gran mayoría es Roberval, porque pocos -casi nadie- saben que se llama Roberval Emison da Conceiçao, porque para los fans es simplemente el "Negro", como ayer lo corearon cuando a los 21 minutos del complemento se fue reemplazado por el debutante Federico Poggi.
Claro, tanta ovación surgió porque minutos antes, a los 7′, había marcado el primer gol en Concepción en esta temporada, el mismo que lo reivindicó con los que lo resisten y por eso se encargó de gritarlo con el alma y a las cuatro tribunas. "Negro, negro, olé, olé…", retumbó en el Hilario Sánchez.
"Estoy muy contento por el gol", fue lo primero que dijo en su portugués adaptado al español que aprendió en su tercera temporada en el club. "No hay que volverse loco", tiró después dejando en claro que su grito contribuyó pero que no hay que adelantarse porque "prefiero ganar a dar espectáculo", en referencia a su estilo inconfundible que le suma adeptos.
Sobre su juego, el de las bandas, ir, volver, dijo: "me pidieron atacar más y no defender" y así pudo realizarse más. La muestra cayó justo, cuando Rafaela perdió la pelota, Scatolaro metió el pase en diagonal para que en el borde del área Roberval cruzara el derechazo y colocarla pegada al palo del arquero Guillermo Sara, para gritar que está vivo, brillante como sus botines amarillos, y buscando la revancha que otros técnicos le privaron.

