El árbitro italiano Nicola Rizzoli tuvo una actuación desteñida en la final, dejó pasar un penal al Pipa Higuaín, cuando fue en busca de un pelotazo al área alemana (11m del ST) y el arquero Manuel Neuer lo cruzó imprudentemente en su afán de despejar la pelota.

El arquero del Bayern Múnich llegó primero al balón, lo impactó con el puño, pero en el mismo movimiento golpeó con su rodilla derecha en el rostro del delantero sobre el borde del área.

Higuaín se levantó como un resorte del piso y protestó contra el italiano, que increíblemente sancionó tiro libre para el equipo europeo. Lo suyo fue discutible en otras decisiones que tomó.