Tokio.- River sufrió a más no poder. No le fue fácil pasar al incómodo Sanfrecce Hiroshima y por momentos fue Barovero el que salvó el cero en el arco Millonario. Apareció Lucas Alario y sacó de un brete a Gallardo y compañía. Fue 1 a 0, no sobró nada pero resultó suficiente para sacar el boleto para la gran final, esa que, de no mediar contratiempos, tendrá al Barcelo de Lionel Messi.

El inicio del encuentro fue todo para River, parecía que se lo comía pero no ocurrió nada de eso y luego el partido se puso cuesta arriba. No hubo ideas para quebrar al equipo japonés y, e intertanto, el rival creció y llevó a que el ‘1’ de River sea la figura.

Los cambios de Gallardo no le cambiaron la cara al funcionamiento del equipo, pero sí en el segundo tiempo hubo otra actitud, aunque para desnivelar debió esperar una falla del arquero japonés para que Alario utilice su mejor arma, la cabeza, para marcar el primero y, a la postre, único gol del partido.

¿Las figuras? Sin dudas Barovero y, claro, Alario por el gol, aunque el ex Colón estuvo falto de chances de cara al arco. En el medio campo, Pisculichi no fue la manija que se esperaba que fuera y Sánchez tampoco rindió en sus incursiones por derecha.

River era el que tenía la obligación, y eso terminó siendo un peso difícil de sostener para los de Gallardo. Claro, una derrota tenía olor a fracaso por donde sea. Había que ganar este partido y se ganó. Ahora en la final, de ser el Barcelona, la obligación la tendrán los de Luis Enrique y, se espera, River muestre otra cara, esa que hoy ocultó entre los nervios y las urgencias.