Para Forestello, Claudio Riaño no es la primera alternativa en la ofensiva. Sin embargo, con Osorio desgarrado (por eso no jugó) y Caprari que ya había ingresado, buscó en el cordobés torcer una noche que parecía negra y el atacante le devolvió esa confianza con dos goles para dar vuelta el partido (más allá que luego Landa anotó el tercero).

La actitud que tuvo Riaño desde que ingresó, al que se lo notó muy enchufado, le dieron esa virtud de estar en el momento justo para convertir a los 31’ y 35’ del complemento, desatar un fiesta con el segundo y marcar su tercer tanto desde que llegó a San Martín.