La diosa fortuna estuvo de su lado ayer. Le sonrió en un final que se hace reincidente por lo que sucedió también el sábado en la primera etapa. Porque en el ingreso al velódromo otra caída entre los líderes, marcó que quien venía en la cuarta ubicación pudiese esquivar en forma asombrosa y casi imposible la rodada de tres hombres de vanguardia (Mauro Richeze, Ricardo Escuela y Gerardo Férnandez) en el peralte norte, para encaminarse a un triunfo en base a la desgracia ajena. Fue Marcos Crespo, el bonaerense de Las Flores, que con una muñeca impecable, sorteó los caídos y se adueño de la segunda etapa de la Vuelta a San Juan.

"Tuve mucha suerte, no sé como hice para zafar nuevamente, no lo puedo creer", fue lo primero que dijo el ganador de ayer sobre el accidentado final.

Luego explicó cómo fue y lo que el vivió viniendo detrás de los tres involucrados en la rodado. "Venía ubicado cuarto y Richeze (Mauro) se le va la rueda delantera cuando pisa la línea blanca (en el peralte) y ahí se le va (la bicicleta) y los levanta a todos, yo encaré por arriba y me choqué una bicicleta de los chicos que venía volando, pero por suerte le pegué y no me trabó mi bici".

Luego sí ya tuvo un cambio en el tono de su voz y contó del esfuerzo y la felicidad de adueñarse de la etapa. "El sacrificio valió y en el sprint final pude quedarme con el triunfo", dijo.

Pero la victoria de Crespo no fue casual, más allá de su fortuna en la definición, porque tuvo y diagramó su estrategia para llegar adelante e ingresar al velódromo con posibilidades de ganar. "Venía a rueda de Darío Díaz ya desde Pocito, porque es un sprinter al que ya le conocemos las características que tiene, Y venía ubicado ahí, entre los que mandaban, tratando de ganar la etapa o de bajar un poco de tiempo con las bonificaciones", expresó el líder de las metas sprinter.

Subir al primer lugar del podio no es nuevo para Crespo en lo que va de la temporada. Se quedó con la Cuatro Puentes y ganó una clásica como la Doble Media Agua. "Estoy en muy buena forma y eso fue determinante aunque se hace difícil ganar una etapa", confesó.

Igualmente el hombre de la Agrupación Virgen de Fátima A no pudo ocultar la enorme alegría que sintió tras cruzar la meta, justo en el día en que sus padres, Carlos y Adriana, habían llegado a la provincia para verlo en acción. "Estoy muy emocionado por el triunfo, encima vinieron mis padres y gracias a Dios les pude regalar un triunfo, pero más orgulloso me pone haber zafado de semejante caída porque por muy poco no estuve involucrado y ahora no estaría festejando".

Ayer, la segunda etapa le sonrió a Marcos Crespo, porque en la primera quedó retrasado y lejos de los puestos de vanguardia. Sabe que las dos etapas claves de la vuelta no son su fuerte, pero promete dar pelea a la espera de un zarpazo. "Lo mío no es la General porque la subida el Colorado y la contrarreloj me perjudican mucho, así que no es ninguna sorpresa haber quedado atrás ayer (por el sábado), pero voy a seguir luchando para llevarme etapas y si Dios quiere la carrera", cerró el ganador, el de los reflejos y la suerte que siempre acompaña al triunfador.