La pipa de la paz en AFA está apagándose otra vez. Los clubes de la Primera B Nacional ayer decidieron no jugar la fecha programada para este fin de semana porque el Gobierno nacional ‘no pagó lo acordado‘ a través del programa Fútbol para Todos. “Esta medida es en defensa de nuestros clubes”, expresó el vicepresidente de Nueva Chicago y representante de la B Nacional en la AFA, Daniel Ferreiro.

La medida, que se anunciaba desde la semana anterior y que motivó una promesa de pago por parte del empresario Fernando Marín, representante del gobierno en el FPT, se oficializó en una reunión en la que estuvieron los presidentes de todas las categorías del ascenso.

“Por mayoría, en la categoría hemos decidido tomar esta medida, ya que el Comité de Regularización no cumplió con su palabra en la que confiamos cuando firmamos el acuerdo el 23 de agosto”, remarcó Ferreiro, a quien se lo considera cercano al dirigente sanjuanino Claudio ‘Chiqui’ Tapia.

La decisión despierta adhesiones y detractores que demuestran el río revuelto.

Entre estos últimos se encuentra Gastón Defagot, presidente de Instituto de Córdoba, quien afirmó: “Nuestro club tiene una posición formada y ya lo manifesté en la mesa del Nacional B en el día de hoy (por ayer) previo a la decisión colegiada de parar el fútbol. Nos parece inoportuno y politizado parar el torneo, a sabiendas de que el día 26 AFA se había comprometido a pagar”.

Y entre los primeros se encuentra Nicolás Russo, el titular de Lanús: “Es una lástima reconocerlo, pero los clubes del ascenso tienen razón en sus reclamos. El Comité de Regularización está muy ligado al Gobierno nacional, que es el que paga”.

Russo no es el único que se expresó en este sentido, afirmando que Armando Pérez dirige AFA muy pendiente de las opiniones en Casa Rosada.

Hace un par de días, el vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, volvió a apelar a Twitter para disparar a la actual dirigencia: “Alguien sabe si actualmente la FIFA alienta o desalienta que el Estado se meta en la AFA???”. Sebastián Verón, quien también en un momento sonó para la AFA, señaló: “Cuando entré en la AFA, después de la muerte de Julio (Grondona), se transformó en una anarquía, donde es difícil ponerse de acuerdo. Lo viví con el tema de la Liga. Pensé que iba direccionado a un lugar y me di cuenta que hoy el sillón es más importante que la gestión y la transformación”.

Sin fecha de elecciones a la vista, la paz parece agotarse en AFA.