"¿Viste Ramón? Tuviste que venir vos para que ganemos otra vez". Lo dijo un plateísta cuando todo San Martín, incluyendo al volante ex Platense, se retiraba cabizbajo eludiendo inclusive la manga para meterse en el camarín. Es que ayer Ramón Rojas, el volante número 8 del equipo Verdinegro, volvió a su casa. La que lo vio nacer y donde estuvo una década como jugador profesional (189 partidos y 7 goles). Y por supuesto, desde que llegó, se cansó de dar besos y abrazos. La gente lo quiere un montón. Y lo admira, porque cuando él estuvo el equipo andaba mejor. Aquel plateísta dijo eso en broma, pero resumió lo que se vive en Vicente López.
Ayer, Platense logró su tercer triunfo en lo que va del torneo. Eso es indicativo que su gente sufre más de la cuenta. Porque piensa que si sigue la malaria otra vez tendrán que volver a la B metropolitana.
Rojas, el volante Verdinegro, no tuvo un buen partido. Pero igual desde la tribuna siempre bajó aliento para él. Todo se simbolizó en un trapo que colgaron los hinchas del Marrón detrás de una cabecera: "Ramón, Platense no olvida tu corazón". En la previa, RR había comentado que sería un partido especial para él. E incluso anticipó que si hacía un gol, el primero en el Verdinegro, no lo festejaría. Nada de eso pasó y seguramente Rojas se fue con una tristeza enorme de Vicente López en lo que fue su regreso poco feliz al club que lo vio formarse.
Todo contrastó con la alegría del lado por una victoria tan buscada como necesaria: "Estamos complicados pero de ninguna manera muertos. Vamos a dar lucha y nos vamos a quedar en la categoría. Este es un torneo raro, porque cualquiera le puede ganar a cualquiera. Juegue bien o mal. Acá lo que hay que tener es efectividad", sintetizó el técnico Kuzemka.

