Emocionada, ataviada con ropa de la Selección y lapicera en mano, Raisa Castro, una sanjuanina de 8 años que juega al fútbol, cumplió el sueño de saludar a Javier Mascherano, le entregó un regalo y hasta logró que le firmara una camiseta.

Todo ocurrió antes del partido en que la Selección Sub-20 goleó por 5 a 0 a Nueva Zelanda, en el Estadio del Bicentenario, el triunfó que lo llevó a octavos de final en el marco del Mundial que se disputa en Argentina.

Raisa llegó junto a su familia a la puerta del Hotel Alcázar, donde se hospeda el equipo argentino y logró acercarse al actual DT y entregarle una pequeña réplica de la Copa del Mundo al exfutbolista. Se trata de un trofeo de aluminio que creó su propio papá Jorge.

Después de eso, Mascherano se acercó a la niña, le firmó una camiseta y se fotografió con ella.


"El momento fue inigualable. Mi hermanita Raisa estaba muy emocionada porque ella juega al fútbol y lo tiene de ejemplo", relató Hanna, hermano de la niña.

Y confió: "Ella juega fútbol en un club del barrio Camus -en Rivadavia- y estaba feliz. Para Raisa fue un sueño cumplido".