Santa Fe, 20 de febrero.- Y Boca no levanta. Atlético de Rafaela se hizo fuerte de local y le dio otro cachetazo a un Xeneize en ruinas al derrotarlo por 1 a 0 en el cierre de la tercera fecha del Torneo Final. El único tanto del encuentro lo hizo Rodrigo Erramuspe.

Luego de la sorpresiva caída ante Belgrano de Córdoba en La Bombonera, el equipo de Carlos Bianchi llegaba a este encuentro con el objetivo de recuperar algo de calma, y para eso no le quedaba otra que traerse los tres puntos. Sin embargo, una vez más, las cosas se complicaron.

Porque luego de un buen arranque, basado sobre todo en la frescura del chico Luciano Acosta, Boca mostró lo mejor de su repertorio y estuvo dos veces cerca de romper el cero. Primero, con una entrada de Emanuel Insúa por izquierda que derivó en un fuerte remate que se fue cerca.

Y luego, antes de los 10 minutos, lo tuvo de nuevo mediante un remate del propio Acosta tras un pase de Fernando Gago que encontró bien ubicado al arquero Esteban Conde.

Pero pasado ese cuarto de hora inicial en el que el visitante dominó las acciones, Rafaela comenzó lentamente a torcer la historia. Lucas Albertengo empezó a complicar a la defensa xeneize, que otra vez mostró debilidad, y Diego Vera mostró nuevamente que es un delantero a tener en cuenta.

A los 18 minutos, Albertengo entró por el área por izquierda y sacó un fuerte remate que cruzó toda el área sin que Cristian Canhué la pueda empujar al gol.

Más tarde, Rodrigo Depetris ingresó por las espaldas de Juan Sánchez Miño y conectó un largo centro que obligó a una excelente reacción de Agustín Orion, que antes del cierre del primer tiempo iba a tener otra soberbia atajada, esta vez ante un cabezazo de Albertengo.

Pero en el segundo tiempo iba a capitalizarse la pesadilla xeneize. Cada vez más cerca de su arco, Boca pecó de ingenuo y le terminó de ceder el balón a su rival, que encontró (lógicamente) la ventaja a los 11 minutos mediante un cabezazo de Erramuspe que se desvió levemente en Pablo Ledesma.

Tras esto, Rafaela volvió a replegarse y, pese a que Boca tuvo el dominio del campo y de la pelota, volvió a sufrir esa falta de ideas en la resolución. Ni siquiera la entrada de Emanuel Gigliotti pudo remediar la anemia ofensiva que viene castigando al equipo de Bianchi.

De esta forma, Boca sigue acumulando decepciones y el final del tunel para la estadía de Carlos Bianchi parece estar cada vez más cerca. Con un punto sobre nueve disputados y, sobre todo, por lo poco demostrado dentro de la cancha, parece casi una utopía pensar en la resurrección. Sí, aunque sólo se hayan jugado tres fechas.