En su casa, Racing hizo suyo el clásico de Avellaneda por la décima fecha del Clausura y superó en la tarde de ayer a Independiente, por 2 a 0, un resultado que no refleja la gran superioridad que en el desarrollo estableció el equipo de Miguel Angel Russo. Los goles fueron marcados por Gabriel Hauche, a los 43 minutos de la primera etapa, y por el colombiano Teófilo Gutiérrez, a los 41 minutos del complemento.

La Academia suma ahora 16 unidades, a dos del puntero River, y se ubica temporalmente en la quinta colocación, en tanto Independiente quedó con 13 puntos, alejado de la lucha por el título y sin poder rehabilitarse de su reciente eliminación de la Copa Libertadores.

Racing edificó su victoria en una defensa sólida, en el trabajo de Claudio Yacob en la mitad de la cancha, en el criterio de Gutiérrez y en el enorme despliegue de Pablo Luguercio, el mejor jugador de la cancha.

Dispuso de numerosas chances para convertir pero sólo pudo hacerlo dos veces por la muy buena tarea de Fabián Assman, por lejos lo más rescatable de Independiente.

En el primer tanto, Hauche definió arriba ante la salida de Assman, tras un toque magistral de Gutiérrez, habilitado por Patricio Toranzo.

En el segundo, el delantero colombiano remató tras un centro de Licht, la pelota rebotó en el arquero rojo y Gutiérrez convirtió de cabeza por sobre Assman.

Un párrafo aparte para el nueve de Racing. Participa poco del juego, pero cada vez que toca la pelota la juega con un criterio inusual para un delantero.

Por el lado de Independiente sólo se puede rescatar la tarea de su arquero, un remate de Julián Velázquez en el travesaño y la voluntad que puso en todo momento. Pero de fútbol, nada.

El triunfo de Racing sobre Independiente llega tras cinco años sin éxitos (la última victoria albiceleste data de abril de 2005 por 3-1), pero en el historial Independiente mantiene una clara ventaja de 68 triunfos a 47, con 62 empates.