Racing Club acentuó anoche su crisis futbolística, al mostrar un pobre rendimiento y cosechar apenas un empate en su visita a Arsenal de Sarandí, 0-0. El resultado extendió la mala racha de ambos equipos, que siguen en los últimos puestos y sin ganar en el certamen.
La urgencia de cortar la mala racha y sumar por fin de a tres fue para Racing, en el inicio del partido, más un peso que una motivación: el equipo de Basile se mostró desorientado en el fondo, sin fútbol en el medio y sin peso ofensivo.
Arsenal, con su bandera permanente del orden y la prolijidad, sacó provecho de la circunstancia y se hizo dueño del encuentro.
Porque, es verdad, los de Gustavo Alfaro también llegaban al choque sin victorias en el certamen, pero su participación paralela en la Copa Libertadores entretiene, ilusiona, disimula.
Sin esa presión, más allá de la necesidad constante de triunfo para cualquier equipo, el local generó más y mejor y en el primer cuarto de hora tuvo tres ocasiones propicias para ponerse arriba en el marcador.
Saja conservó su cero hasta el descanso con la complicidad del propio Arsenal, que no pudo aprovechar los enormes errores de Racing en defensa.
El segundo tiempo fue más equilibrado: no porque Racing creciera a los niveles de Arsenal sino justamente por lo contrario. Bajó el rendimiento de Leguizamón y Carbonero y la ‘Academia‘ aprovechó para pararse un poco mejor.
Pero esta paridad hacia abajo desembocó en un partido pobre, en el que las situaciones de riesgo fueron aisladas.
El choque, desde allí, se fue consumiendo inexorable hacia el 0-0. Que le cayó peor a Racing, silbado por sus hinchas y con su DT, Alfio Basile, el ídolo, el emblema, en la cuerda floja.

