Conquistador. El colombiano Nairo Quintana sacando la diferencia.

 

Col du Portet, Francia, EFE

El colombiano Nairo Quintana (Movistar) se convirtió en el primer conquistador de la cima del Portet tras un ataque a pie de puerto que le permitió apuntarse la decimoséptima etapa del Tour de Francia, la más corta de la presente edición, de 65 kilómetros, en la que el británico Geraint Thomas reforzó el liderazgo con el tercer puesto.

Quintana, quien anunció que iba a ser un león en la temida y explosiva etapa alpina, pegó el zarpazo con una soberbia escapada que nadie pudo contestar, que le permitió estrenar la nueva cima en solitario, con un tiempo de 2h.21m.28s., a una media de 27,6 kms/h. y pasar al quinto puesta de la general.

Primera etapa para el Movistar y la segunda para el colombiano tras la lograda en Semnoz en 2013, año de su primer segundo puesto en la "grande boucle". Su ataque ganador le permitió aventajar en meta al irlandés Dan Martin y en 47 segundos al líder, que atacó al final para arañar 4 segundos de bonificación.

En el Portet se encendieron los petardos. Atacó primero Daniel Martin y replicó Quintana contundentemente. Empezaba un ascenso meteórico. El boyacense enlazó con Valverde, pero el español no pudo ayudar mucho. Por detrás Poels y Bernal, enorme este colombiano de 21 años, abrigaban a su líderes ante posibles ataques.

Quintana hizo su etapa. Agarró al polaco Majka, luego alcanzó al combativo Kangert y se largó a la cima. Sólo tuvo que controlar a Martin, que le llevaba a 30 segundos. "Era una etapa para escaladores puros", destacó, y el colombiano, que dijo que se iba a convertir en un león, enseñó las zarpas en la inédita cima.

Y por otro lado se lució Thomas, despejando dudas. Aguantó las sacudidas de los rivales y aún atacó a 500 metros de meta para rebañar 4 segundos de bonificación. Si supera el examen de mañana, el día del Tourmalet, sólo le quedará poner en hora su primer título en el Tour en la crono del sábado. Hay líder.

En tanto, hoy se disputará la decimoctava etapa, entre Trie-Sur-Baise y Pau, de 171 kilómetros, que significan los últimos para que el líder sea atacado por los rivales en la lucha por el primer lugar.