Le sobró actitud pero le faltaron argumentos. Esa fue la condena de un Sportivo Peñarol que en la recta final del Oficial dejó en el camino 2 puntos que pueden ser decisivos en el mano a mano con Atlético Alianza, que ahora tiene una ventaja de 3 puntos con 9 en juego. Esta vez, Unión con muy pocas ambiciones ofensivas y una enorme capacidad de sacrificio, le aguantó la presión al Bohemio y con el arquero Pablo Rivero como gran figura, terminó logrando un 0-0 que en Chimbas sonó a castigo.
Si algo hay que reconocer del equipo de Santos Gaetán fue su actitud para ir a buscar su destino desde el primer minuto y hasta el mismísimo final. No le salió. No le sobraron ideas para romper el cerco de Unión que se limitó a aguantar todo lo que pudo. En los primeros 45 minutos, Peñarol fue dueño de todo. Presionó, intentó pero no tuvo profundidad. La más clara llegó sobre los 30′ cuando Rivero le tapó a Ríos en gran maniobra. En el complemento, Peñarol se soltó en serio. Con Fernando Olivares recostado por la derecha, generó lo mejor. Parecía que se le facilitaba la historia con la expulsión de Galván primero y luego la de Carrizo pero no fue así. Peñarol fue, tuvo un cabezazo de Olivares como la más clara pero no pudo con Rivero. Sobre los 43′ pudo haberlo ganado pero el árbitro Riveros no vio el penal a Ríos de Eduardo González y todo fue impotencia. Para colmo, en el descuento, Ríos tuvo el gol pero su remate encontró la respuesta del arquerito Rivero para ratificar que no siempre querer es poder.

