Todos los argentinos sintieron lo mismo. Los que están allá en Rusia. Los que están acá. Los que viven repartidos en distintos países del mundo. Fue una mezcla de todo. De bronca. De impotencia. De tristeza. De desazón. Que se vayan todos, fue el pensamiento que se hizo carne en todas las mentes.
Es que ayer, en la Selección Argentina, no se salvó nadie del papelón. Por ahí se puede rescatar a dos "nuevos": Meza y Acuña. El resto, bien gracias. Hasta el propio Messi. Un capitán desaparecido. Ni siquiera con ansias de participación. Sí, está bien, casi que ni le llegó la pelota. Pero hubiese hecho algo por ir a buscarla por lo menos. Tuvo un par de destellos pero en el universo de su juego eso es igual a la nada. Es evidente que no fue su noche. Es más, debe haber sido el peor partido que jugó con la camiseta Albiceleste.
De los otros sólo se puede decir que cerraron un muy mal partido. Porque no hubo juego. Fracasaron en lo individual y en lo colectivo. Inclusive algunos hasta carecieron de actitud.
Estaba claro que el arquero Caballero se iba a terminar mandando un error así. Porque no viene jugando bien. Todo lo contrario de Armani, que pasa por el mejor momento de su carrera. Pero, como dicen, "la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer…". Y Sampaoli fue el que insistió que esté Caballero. Con tozudez. Con egocentrismo. Sin importarle nada. Desconociendo a Armani. Grosero error del técnico.
Es que ayer todo parecía indicar que, por falta de ideas y de recursos ofensivos, el partido se cerraría con un 0-0 que no le hacía mal a ninguno.
Pero Caballero, ese del que Sampaoli dijo que lo elegía porque juega muy bien con los pies, se mandó un blooper que los croatas lo aprovecharon. Ahí todo se desmoronó para la Argentina. Fue el inicio del fin. Lo que quedó se resumió en un cúmulo de nervios que, se sabía, no llevaban a nada.
Los otros dos goles croatas llegaron porque los jugadores argentinos deambulaban por la cancha sin un pensamiento concreto de juego.
Ni siquiera los cambios que hizo Sampaoli trajeron nuevos aires. Es más, los que entraron se contagiaron de los nervios, de la impotencia de tratar de cambiar una historia que estaba marcada a fuego.
Por eso todos los argentinos se enojaron. Porque fue un cúmulo de desconciertos que llevaron a la derrota. Quedan chances para clasificar. Que lindo sería que todos le terminen pidiendo perdón a éstos muchachos. Pero, como está el tema, es muy difícil que ese sueño se cumpla…
3 Son las goleadas que se han dado hasta ahora en el Mundial: Rusia 5-0 a Arabia Saudita, Bélgica 3-0 a Panamá y Croacia 3-0 a Argentina.
6-1 El seleccionado argentino, vapuleado ayer por Croacia (3-0), sufrió la peor derrota por fase de grupos desde el Mundial Suecia 1958 cuando fue goleado por Checoslovaquia 6-1 en el último partido.