4 años y tres días después de haberse visto las caras en la meca del fútbol, los caminos de México y de Argentina se vuelven a chocar en los octavos de final de un Mundial. Para Argentina, aquella última experiencia terminó con un éxtasis interminable por ese zurdazo tremendo de un tal Maxi Rodríguez -uno de los mimados de Pekerman- que en el minuto 9 del primer tiempo del alargue, la bajó de pecho, se acomodó para el perfil que no era el suyo y clavó la pelota en el ángulo de Oswaldo Sánchez. Golazo. Por la concepción, por el significado y por su trasdencencia. Aquella Argentina se metía entre los 8 mejores del Mundial de Alemania. Aquel México de Ricardo La Volpe se quedaba con las ganas de repetir ese paso para estar entre los 8 mejores que solamente había conseguido en los mundiales que México había organizado: 1970 y 1986.
Había empezado mal la tarde del 24 de junio del 2006 para el equipo de Pekerman. A los 5, Rafa Márquez -el eterno capitán azteca- había abierto la cuenta venciendo al Pato Abbondanzieri pero Hernán Crespo tranquilizó a Argentina empatando a los 8 minutos. Después, en los 90′ reglamentarios no se sacaron ventajas hasta que Maxi se iluminó en aquel minuto 9 del primer tiempo del alargue y sentenció el pase de Argentina a cuartos de final donde esa vez lo esperó Alemania y hoy, se podría repetir si es que los de Maradona eliminan a México y Alemania se saca de encima a Inglaterra.
Sobrevivientes hay. De los dos lados. Por el lado argentino, 5 son las caras que repetirán el duelo contra los aztecas: Gabriel Heinze, Javier Mascherano y Maxi Rodríguez fueron titulares en el equipo de Pekerman. Carlitos Tévez y Lionel Messi entraron luego reemplazando a Hernán Crespo y a Javier Saviola, respectivamente. Argentina utilizaba el 4-3-1-2 como sistema, con Abbondanzieri en el arco; Scaloni, Ayala, Heinze y Sorín en la defensa; Mascherano, Cambiasso, Maxi Rodríguez en el medio; Riquelme de enganche; Saviola y Crespo, de puntas. El único que hoy está y que no jugó ante México fue Nicolás Burdisso, lesionado.
Del lado mexicano, los sobrevivientes de este duelo son 7. Los laterares Ricardo Osorio y Carlos Salcido más Rafa Márquez arrancaron como titulares ante Argentina aquel sábado de junio de 2006. Después Andrés Guardado y Gerardo Torrado ingresaron, mientras que en el banco y sin jugar estuvieron Francisco Rodríguez y Guillermo Franco, el correntino nacionalizado mexicano. El suizo Massimo Bussaca fue el árbitro del cotejo que se disputó en el estadio de Leipzig.
Los caprichos en el fútbol no son tantos. La casualidad juega un partido aparte y como hace 1.464 días, México se le cruza en el camino de Argentina. Esa vez, la historia le sonrió en albiceleste. Hoy, más allá de casualidadad de colores, rivales e instancia, en Argentina el ruego es que se repita.

