Pasó este semestre de 2012 y se terminó el fútbol para los dos grandes de San Juan. San Martín y Sportivo Desamparados estarán obligados a un "barajar y dar de nuevo’ porque el cierre de esta etapa de la temporada tiene números y realidades muy negativas. En Primera División, donde quedarse suena a epopeya, San Martín dio demasiadas ventajas. Se quedó a 8 puntos de los 25 que se habían previsto como meta para el Inicial y lleno de dudas. Con 8 jornadas sin poder ganar y sumido en una crisis de seguridad futbolística y anímica que tendrá una difícil resolución. Las lesiones también han sido condicionantes en un San Martín que tiene plantel acotado y poco recambio. El ciclo de Perrone goza del respaldo dirigencial, pero sumar solo 3 puntos en un mapa de 24 jugados, es para replantear casi todo.
En el Argentino A, donde cayó Desamparados después de la Primera B Nacional, su presente es opaco, preocupante. No pudo ganar un solo partido afuera de San Juan en las 16 fechas que lleva jugadas y se quedó en las posiciones de retaguardia, ingresando en la zona preocupante de la pelea por descender. Ya le costó la continuidad a Andrés Villafañe y ahora se abre otro ciclo que estará acotado por la doble necesidad de encontrar el equipo, reforzarse correctamente y volver a ser local en Puyuta. Demasiado como para resolverlo en tan poco tiempo.
Este 2012 se va amargando a los dos grandes de San Juan. El 2013 está a la vuelta de la esquina y en San Martín como en Desamparados se aferran a ese "año nuevo, vida nueva’ sabiendo que tienen demasiado para mejorar, para revertir y para edificar en una loca carrera contra el tiempo.
