Momento de cierto desahogo para Boca luego de diez partidos sin poder triunfar. Era algo que se venía negando y que apareció anoche en la Bombonera en el debut de Sebastián Battaglia como entrenador oficial, tras la salida de Miguel Russo. Así por la 7ma fecha de la Liga Profesional, el local tomó aire con el 1-0 sobre Patronato. Es que después de un primer tiempo con más polémica que fútbol, el Xeneize había amagado con copar el protagonismo en el segundo tiempo para luego volver a caer en la intrascendencia. Pero el destino aún le debía un guiño al flamante DT, y al final encontró el alivio con un gol de su apuesta en la delantera, el pibe Luis Vázquez, al que sorprendió poniendo de titular.
Las primeras postales del pleito fueron los penales no cobrados para ambos lados de parte de Silvio Trucco: en uno lo agarraron a Carlos Izquierdoz, en otro él y Marcos Rojo fueron quienes tomaron a los atacantes visitantes. Pero sin dudas, la mayor polémica llegó cuando, tras un córner, el juez vio una muy discutida falta sobre Agustín Rossi que anuló el gol que convertía Leandro Marín para los de Paraná.
En el complemento, apareció lo mejor del anfitrión, con chances desviadas de Cristian Pavón y Esteban Rolón. Pero el asedio duró poco, y hasta Agustín Rossi tuvo trabajo ante un tiro libre de Héctor Canteros. Aarón Molinas amenazó desde afuera y Exequiel Zeballos asistió con un centro pasado desde la izquierda a Vázquez, para que de cabeza desatara la fiesta local. Boca se quedó así con todo el premio y, más allá de sus carencias, optimismo sobre su futuro. Los pibes dijeron presente y empezaron a ganar.