La visita de Unión a Huracán, en Las Heras, resultó buena porque con un el 1-1 se trajo un punto jugando casi un tiempo con un hombre menos tras la expulsión de Sosa, pero podría haber sido mejor porque tuvo chances como para ganarlo. Aunque tras la 20ma fecha los de Cabello no pudieron colocarse como escoltas de San Martín en la zona 7 del Torneo Argentino B.
Apenas comenzó el encuentro, tras una jugada poco clara, el árbitro cobró un tiro libre a favor de Unión y Alan Aciar avisó con un pelotazo que pasó rozando uno de los postes del arco defendido por De la Riva.
La respuesta del local no se hizo esperar ya que el ex Alianza, Cámara, aprovechó una desinteligencia de los sanjuaninos, pero justo cerró un defensor del Azul.
Unión fue el equipo que tomó el protagonismo en el partido. Con algunos pelotazos y otras veces llegando con el balón a ras de piso, los de Cabello fueron avisando y poniendo en peligro a los mendocinos. Pero a los 31’, Gullace recibió la pelota de espaldas al arco, la paró con el pecho y con un zapatazo de aire la mandó al fondo del arco sin poder hacer nada Agnello. Un golpe inesperado.
A los 41’ bajó la pelota de pecho el Chori Sosa en el área, tras una entrega del Luto Molina, y por encima de De La Riva puso el 1-1. Eso era justo lo que merecía Unión para irse al descanso ya que había realizado méritos para igualarlo.
El segundo tramo del encuentro comenzó con un alto ritmo de juego y de nerviosismo. Es que cuando Huracán apretó el acelerador y Unión intentó quitarle la pelota, el ‘Chori’ Sosa fue expulsado por el árbitro tras levantar los brazos y golpear a Azcurra. Eso generó que la visita debiera apostar a alguna contra y replegarse en su campo ya que estaba en inferioridad numérica. Igual, Unión tuvo otra chance de marcar con un remate del “Bichín” Sánchez, pero sobre la línea Azcurra sacó la pelota. Pero sobre el final sintió el cansancio el equipo sanjuanino y entonces que pasó algunos sobresaltos. Sabiendo que el punto era bueno en ese contexto esperó que llegara rápido el final para traerse algo de una cancha difícil y no dejar de estar bien arriba.

