Recibir a Boca es uno de los placeres más grandes que un equipo del interior se puede dar y por eso todo lo que lo encierra es una fiesta. La misma que se vivirá esta tarde, cuando a las 16.20, San Martín se enfrente ante el Boca de Carlos Bianchi, que pese a llegar sin varias de sus figuras como el caso de Riquelme, no deja de ser Boca y para un equipo que hace 16 fechas no puede cantar victoria, lograrlo esta tarde sería un envión anímico fundamental para salir a flote y seguir con las ilusiones intactas de mantenerse en la categoría.
Y allí estarán todos los verdinegros en su reducto y no en el Estadio del Bicentenario como Boca pretendía y que hasta inicio gestiones para sacarlo del Pueblo Viejo. Ambos llegan con falta de resultados y tienen mucho en juego. Para San Martín es muy importante por lo que puede generar el primer triunfo en el torneo y el primero en la era Forestello que afrontará su tercer encuentro al frente del equipo. El mismo DT que en la semana adelantó que Boca es especial más allá que son 3 puntos en juego, por la magnitud que genera tanto en los jugadores como en los hinchas.
San Martín nunca le pudo ganar a Boca en San Juan en los anteriores dos partidos en Primera, y es al único de los denominados "grandes" con los que tiene una deuda pendiente. En el 2008 cayó en Concepción 2-0 con los goles de Martín Palermo para el Xeneize, y el año pasado, fue 1-0 en el Bicentenario con grito de Walter Erviti para la visita.
Y si bien puede considerarse otro condimento extra, lo que manda en el Verdinegro es regresar al triunfo para cortar las 16 presentaciones sin victoria. Y en el seno del plantel y por lo que se apreció en la semana, el ánimo es el mejor porque el equipo mostró un crecimiento desde que llegó Rubén Forestello. Hubo un cambio de actitud y varios jugadores levantaron su nivel, más allá que les resta ganar para que el envión sea completo.
Para hoy, el DT pampeano no hará variantes y les ratifica el lugar a los mismos que vienen de empatar contra Quilmes sin goles. Esto en base, y tal cual lo expresó, se quedó muy conforme con el trabajo defensivo y la contención en el medio campo de Alderete y Bustos. Del resto, de los que se mueven de tres cuartos para adelante, todavía se espera más y por supuesto que llegue la efectividad que hoy está perdida para sacarle provecho a lo poco que se genera.
Y es que de ganarle a Boca, la cabeza y confianza serán claves para el futuro cercano en el que se vienen partidos en los que debe sumar, ya que la seguidilla arranca con All Boys, Unión, Rafaela, Argentinos Juniors e Independiente. Rivales directos y para nada imposibles. Pero para eso hoy debe ganar para reencontrarse frente al Xeneize y con el anhelo del Pueblo Viejo que hoy quiere que la tarde termine con una fiesta.

