Ganar para seguir en carrera, o esperar a la última fecha y prenderle velas a todos los santos. Así de simple es la ecuación para Desamparados, que esta noche, a las 21, y por la penúltima fecha del Argentina A, recibe a Alumni de Villa María, que no pelea por nada. Si el sanjuanino suma los tres puntos se meterá entre los ocho que definirán el campeonato, pero si empata o pierde todo se complica, ya que deberá, dentro de una semana, no perder con Racing en Córdoba.
Situación extrema si las hay, que se acrecienta por la relación delicada que mantienen jugadores-dirigentes-hinchas, y que puede detonar en cualquier momento. Ayer sumó un granito más con la decisión de los jugadores de no entrenar ni concentrar para el juego de hoy, hasta que no se les abone lo adeudado (ver aparte).
Dentro del tenso clima que se vive en Puyuta, está el aliciente de que Desamparados depende de sí mismo y que abrochar el pasaje a la instancia final puede aplacar todo tipo de crisis.
En cuanto a los futbolístico, Mauricio Magistretti no podrá contar con Omar Díaz, quien fue expulsado en la derrota ante Juventud Antoniana en Salta, y el que ingresa en el equipo es Matías Garrido. El ‘Gambetita’ será el enganche, mientras que quien ocupará el lugar del ‘Coneja’ será Juan Sosa en un movimiento de piezas, puesto que Medina pasará a la zaga central y Lucas Ceballos volverá al lateral derecho.
Mientras que la duda se mantiene en la ofensiva, donde se esperará hasta último momento a Héctor Arrigo, quien evoluciona de su dolencia en el muslo derecho. El cordobés es vital en el ataque puyutano.
Enfrente estará Alumni, equipo que no tiene chance alguna de meterse en play off ni de perder la categoría, por lo que su entrenador Bonetto meterá cinco variantes para darle rodaje a todos, sabiendo que no hay nada en juego.
Pero el antecedente de hace dos años, cuando estos mismos equipos se midieron en el Serpentario, sigue en la memoria de los puyutanos. Aquel día (13 de abril) con un empate Desamparados se aseguraba no caer en zona de descenso y disputar la final por el ascenso a la Primera B Nacional, pero cayó, luego cayó con Luján y fue a Mendoza a definir en el problemático empate ante San Martín que terminó sin final para el sanjuanino y jugando una promoción para no perder la categoría.
Hoy, salvando las distancias, es otro enfrentamiento que define el futuro del Víbora, donde la obligación pasa también por ganar para clasificar.
