Dentro y fuera de la cancha. En esos dos sectores de un estadio, San Martín se juega cosas importantes en lo que resta de temporada. En particular dos de sus integrantes: jugadores y técnico. Los primeros buscando llegar a la meta de los 50 puntos para no sufrir la siguiente temporada con el descenso (tiene 45) y el Roly Rodríguez en su primera prueba para lograr la continuidad más allá de junio, algo que según comentaron importantes dirigentes en la semana, comienza a definirse hoy.

Los números ya dejaron sin aire la ilusión de subir. Son esas matemáticas las que hoy preocupan de cara al futuro. El temido fantasma del descenso nadie quiere volver a tutearlo la campaña siguiente y por eso la misión en los cuatro partidos que restan es alcanzar de base cinco puntos más, para llegar a los 50 tranquilizadores. Una buena iniciativa es justamente esta siesta en Lomas de Zamora. Los Andes viene de perder dos partidos seguidos, está último en el promedio y repasando los doce choques entre ambos en la categoría, el Verdinegro sólo una vez terminó derrotado. Es decir, un contexto ideal para sumar por triplicado y así cortar una mini racha de 3 encuentros sin victorias.

Justamente un triunfo levantaría las acciones de Rodríguez buscando la reelección para la 2009-2010. Si bien un importante dirigente aseguró que la permanencia del Roly se la juega básicamente en los dos choques en casa (Independiente Rivadavia y la CAI), traerse los tres puntos de Lomas de Zamora sería un envión extraordinario esperando el choque tan ansiado en Concepción con la Lepra, que ahora dirige un viejo conocido como Teté Quiroz. Alcanzar los 48 puntos con todavía 9 en disputa es un colchón más que apreciable para el ex volante, quien cuenta con el aval de peso pesados en la Comisión Directiva aunque también tiene en la vereda opuesta a su continuidad a directivos con peso propio.

Se viene Los Andes. La estación 35 en el viaje que iba a ser rumbo a Primera, pero que debió desviarse en el camino. Ahora, la misión es otra e incluso doble porque el regreso a la elite nacional debe esperar, como mínimo, una temporada más.