Le queda tirante de la sisa. Hay que acortar las mangas y tomarle un poco a la cintura del pantalón. Ayer, en San Petersburgo, Brasil volvió a medirse el traje de candidato y el sastre, Keylor Navas (arquero de Costa Rica) se encargó de demostrarle a Neymar y cía., que para ser considerado favoritos de hierro deberán esmerarse en bajar un par de kilos. Al Scratch le sobran condiciones y virtudes para vestirse de gala, más por la calidad de sus individualidades que por el funcionamiento colectivo.
Es verdad que Brasil fue más que los "Ticos’, pero debió insistir hasta el final, hasta los seis minutos de tiempo agregado para poder vulnerar a esa barrera en la que se había constituido el guardameta del Real Madrid por quien los centroamericanos parecen más fuertes de lo que realmente son, un equipo ordenado, con futbolistas prolijos, algunos de buen manejo pero imprecisos a la hora de la puntada final, sea en el último pase o en el remate al arco adversario.
Los brasileños asumieron el protagonismo pero entre su falta de puntería, Navas, y la fortuna, Costa Rica alimentó esperanzas, incluso tuvo una opción con Borges que desvió el tiro final.
En la segunda mitad los "Ticos’ sintieron el esfuerzo del desdoblamiento de marcas y Brasil inclinó la cancha. Coutinho, Jesús y Neymar tuvieron opciones que, el travesaño, Navas y un mar de piernas de defensores ahogaron el grito de la "Torcida’.
A los 90 minutos Philippe Coutinho logró el ansiado 1 a 0 y a los 95 Neymar consiguieron los goles brasileños y, el partido que, se pensaba, iba a ser un trámite, terminó siendo lo más parecido a un parto.
"Hicimos lo que pudimos, dejamos todo, pero Brasil es Brasil, tiene muy grandes jugadores’.
Keylor Navas (Arquero de Costa Rica)