El banco de suplentes de Boca reclamó al árbitro Andrés Merlos una falta de Paulo Díaz a Marcelo Weigandt en la previa del gol de Salomón Rondón que abrió el marcador del Superclásico para River en La Bombonera.
De acuerdo a lo que pedían Jorge Almirón y el resto de los futbolistas que estaban afuera del campo de juego era que el chileno se había subido encima del lateral xeneize al disputar una pelota aérea y le había apoyado el codo en la cara.
Luego de varios minutos de protestas y charlas, el VAR, a cargo de Héctor Paletta, consideró que la jugada había sido lícita, por lo que convalidó el tanto del venezolano.
Marcos Rojo y Jorge Nicolás Figal, que habían formado parte de la convocatoria pero quedaron afuera del banco, protestaron de manera airosa al costado del campo de juego. El juez principal resolvió sacarlos de la cancha y mandarlos directamente a la tribuna. Las cámaras enfocaron al platense insultándolo a viva voz instantes después de la decisión.