En el Argentino de 1959 la Selección sanjuanina de atletismo logró su mejor cosecha de medallas. De entonces a ahora la merma de campeones fue lenta y paulatina. Con Marta Orellana en los Juegos Olímpicos de Atlanta ‘96 se llegó a la cumbre.
Ese logro de quien fue la mejor atleta nacida en esta tierra tuvo mucho de esfuerzo personal y algo de apoyo local. Decir que después fue la nada, sería demasiado exagerado, pero estuvo cerca.
La dirigencia cayó envuelta en esa vorágine y todo lo que se conseguía era a pulmón, con la dedicación de unos pocos. Sin esos “locos soñadores” tal vez se hubiera caído a la cima.
Dante Carrizo, Ricardo Lampazona, que estaba con los veteranos pero siempre daba una mano, y un puñado de dirigentes mantuvieron viva la llamita de esa vela tratando de que no se consuma. Ellos mismos, con el envión que dan las ganas de once instituciones que apuestan porque se puedan reverdecer aquellos viejos laureles que se supo conseguir.
“Hoy podemos decir que la Federación resurgió, todos los papeles están en regla y podemos aspirar a cosas grandes”, contó entusiasmado Lampazona, nuevo titular del ente, quien junto a su vicepresidente, Carrizo, llegaron hasta el Polideportivo de Pocito donde una treintena de jóvenes atletas auspiciados por la municipalidad pocitana realizaban una práctica con vistas al torneo que se desarrolló el pasado sábado en el Estadio del Parque de Mayo.
El triunvirato lo completan Horacio Pelaitay (tesorero) y Javier Ocampo (secretario).
Ya se han realizado tres certámenes de Pista y Campo y el 13 de mayo será el gran desafío, organizar una nueva edición de la Posta Atlética hasta la Difunta Correa.

