Es muy cierto aquello de que “el criterio común, es el menos común de los criterios”. La semana pasada, en Rawson, la confusión reglamentaria terminó por opacar el espectáculo y ayer, en San Martín, ocurrió lo mismo.
Si el club Olimpia presentó una carrera con un solo embalaje para definir el ganador, cuesta entender a los integrantes del Colegio de Comisarios que siguen insistiendo en “hacer la carrera menos aburrida aplicando un reglamento, sui generis, de vueltas puntuables” que genera complicaciones porque les queda claro solamente a ellos y termina confundiendo y fastidiando al público que toma, peligrosamente, parte en el problema que se genera.
No puede aplicarse una variante que es positiva en circuitos de 333 metros a trazados de 1,4 km, como el de ayer.
La ruta es ruta. Si ayer en vez de embalajes por puntos, hubiesen hecho diez pasadas especiales, el espectáculo lo hubieran garantizado y se habrían evitado los agrios momentos vividos.

