Muy tranquilo, transitó Adrián Richeze en la dura tercera etapa. El bonaerense que sentó raíces en la provincia ganó la etapa contrarreloj matutina y luego, con el apoyo de su equipo de la Agrupación Virgen de Fátima, se dedicó a cuidar la renta lograda en solitario.

 

Volando en la crono matutina y dejando la vida en cada arranque rival para evitar que se armara un hueco que pusiera en peligro la clasificación general, Adrián Richeze le dio a la Agrupación Virgen de Fátima la primera victoria de la temporada. El triunfo general de los piqueteros cortó la racha triunfal de la Municipalidad de Pocito que, dos veces con Gerardo Tivani (Apertura y Doble Cerrillo) y otra con Héctor Lucero (Circuito Carlos Escudero) había hecho tabla rasa con sus rivales en la apertura del año rutero sanjuanino.

Sabido era que la flamante Vuelta a Sarmiento era una prueba para velocistas fuertes, más que para rodadores, sin embargo, Sergio Aguirre (Municipalidad de Rawson ST) dio por tierra con la “cátedra” al coronar una fuga en la etapa de apertura, claro que a su rueda arribó Richeze, quien en una contrarreloj corta impuso un ritmo sólido y veloz que le permitió, arrebatarle la malla líder a Aguirre. Ese esfuerzo en solitario que largó en Los Berros y que luego de 10 kilómetros finalizó en la cima del puente de Pedernal posicionó a cuatro hombres del equipo “piquetero” entre los mejores diez: a Adrián, se sumaron, Nicolás Naranjo (tercero), su hermano Mauro Richeze (quinto) y Luciano Montivero (séptimo).

Intercalados, segundo y cuarto quedaron dos hombres de la Municipalidad de Pocito: Pedro González (a 10 segundos) y Diego Tivani (a 39s). A un minuto quedó ubicado el mejor ciclista de otros equipos, Francisco Monte (Asociación Mardan); razón por la cual la lectura para la última etapa tenía un guión cantado con los hombres del conjunto continental chimbero controlando el ritmo del pelotón, marcando a los continentales pocitanos más cercanos en la general y dejando que los hombres de los equipos chicos se repartieran los premios consuelo de metas sprinter, de montaña y se quedaran con los segundos de la meta volante realizada en Cañada Honda (al regreso).

La primera mitad de la etapa vespertina, la que salió de Los Berros, visitó por primera vez en la historia ciclista los distritos de Divisadero y La Ciénaga y luego puso proa a la Villa de Media Agua tuvo una fuga de cinco hombres que no incidían para nada en la general: Alejandro Morales (Individual), Ramón Aguirre (F.Hijo del Viento) -los inventores de la pólvora-, Sergio Aguirre (MRW), Jonatan Soria (F. Diberboll) y Matías Malla (F. Planeta Ramírez), quienes llegaron a tener 1m55s de ventaja y acapararon todas las miradas.

Pasada la meta sprinter realizada en calle Barbosa y antes de encarar el tramo de regreso, pasando previamente por Cochagual y la zona de Colonia Fiscal, ya estaban todos juntos.

De ahí en más, todo fue calcado. Osados que trataban de abrir brechas y activaban las alarmas del elenco piquetero que ajustaba el ritmo y conectaba.

Ni siquiera en los metros finales, que son de continuo ascenso hasta Los Berros pudieron los rivales encontrarle el lado flaco a la férrea defensa de los dirigidos por Daniel Castro.

La etapa fue para Emiliano Contreras (Mardan), pero la general tenía nombre propio desde la mañana: Adrián Richeze.

Tras un fin de semana, casi, perfecto, Adrián Richeze, comentó que le gustó mucho la carrera. “Fue muy linda… y muy dura”, confió con una sonrisa. El pedalista de la Agrupación Virgen de Fátima contó que la de la Vuelta a Sarmiento era una victoria esperada, deseada y necesitada. “Necesitábamos una victoria, veníamos haciendo las cosas bien, pero… carreras son carreras y no se nos daban los resultados”.

“Creo que el equipo está para cosas grandes y a medida que vayan pasando las carreras iremos mejorando, nuestros objetivos apuntan alto y trataremos de cumplirlos”, concluyó.

 

Primera vez

El tour sarmientino llevó al ciclismo a localidades que sólo habían tenido la posibilidad de ver ciclismo de ruedas “gordas”, mountain o rural bike; las carreras federadas, por la falta de caminos adecuados, recién ayer las han descubierto. Los paisajes de Divisadero y La Ciénaga son totalmente diferentes a otras zonas.

 

Bautismo de fuego. El pelotón encara el regreso del característico badén que separa a Los Berros de Divisadero. La caravana multicolor rompió por un instante la tranquilidad de los verdes parajes del Este sarmientino, los que visitó por primera vez.

 

 

MOMENTOS DE LA CARRERA

 

Richeze madrugó

El ganador de la general se vistió de verde flúor tras concluir la crono matutina en la que hizo un promedio de, casi, 31 kilómetros en el exigente camino que va a Pedernal. Su rival más cercano fue Pedro González, a 10 segundos.

 

Siempre atentos

Los “Piqueteros” controlaron la cabeza del pelotón en todo momento y, como se ve en esta imagen, ante el ataque de dos rivales, Mauro Richeze, ya da la orden de salir a buscarlos activando los mecanismos de defensa.

 

 

Contreras, en la etapa

Emiliano Contreras, dominador casi absoluto de la temporada de invierno, fue quien se quedó con la última etapa de la carrera. El pocitano le dio, de esta manera, la primera victoria, parcial, al continental de la Asociación Mardan.

 

 

 

Los “chicos” corren su carrera

 

El caucetero Jonatan Soria logró ayer la victoria en las dos metas sprinter y le regaló a su equipo de la Fundación Diberboll la malla de líder de embalajes intermedios. Con él lucharon corredores como Cristian Malla (Fundación Planeta Ramírez).

 

Las metas de montaña las ganó, por lo hecho el sábado, el juvenil Matías Cattapan, que integra el equipo de la Agrupación Virgen de Fátima, pero que por cosas del reglamento viste indumentaria de otro color.

 

Lo cierto es que la Vuelta a Sarmiento sirvió para que tres de los cinco continentales sanjuaninos salieran de “zapateros”, como Pocito había acaparado todo. La crono y la general fue para la Agrupación Virgen de Fátima, la primera etapa para la Municipalidad de Rawson y la última para Mardan.

 

Como no se puede comparar la logística que hay detrás de cada equipo es muy meritorio lo que realizan las escuadras menos poderosas. Las cuatro Fundaciones (Emanuel Saldaño, Diberboll, Hijo del Viento y Planeta Ramírez), los municipales de San Martín y Caucete y M. J. Jácamo, aportan su granito de arena y, con el visto bueno de los poderosos salen a hacer su competencia.

 

Los minutos de fama que consiguen con algunos ataques con más sabor de aventura que expectativas de victoria, cotizan en bolsa. Acaparar los relatos de todas las radios, concentrar las lentes de las filmadoras de todos los programas televisivos y las cámaras de los medios gráficos, es su gran incentivo.