Los juegos tipo simuladores de autos de carrera pronto se convirtieron en un furor entre los pilotos locales. De jueguitos en la computadora familiar, pasaron a armarse estructuras tubulares con plasmas, butacas deportivas y los mejores procesadores. Hoy, los lunes son sagrados para un grupo de corredores que llega a la casa de Ariel Persia, ex Turismo Nacional y actual bicampeón del Zonal Cuyano, baja sus simuladores, lo conecta en red y pasa largas horas jugando. El furor es tan fuerte que en este momento están disputando un campeonato en un café céntrico, que incluye desde entrenamientos, clasificación y final.
Entre algunos de los pilotos que integran la movida están Fabián Flaqué, Fabrizio Benedetti, los hermanos Ariel y Fabricio Persia, Pablo Mauri, Fredy Cerrati, Facundo Della Motta, Toki Dávila, Juan Manuel Robledo, varios de karting como Miguel Santelha, Mauro Rodríguez o Tobías Martínez, del rally, como Javier Quiroga y hasta de enduro, como Julio Toro. El juego en cuestión es el de Turismo Carretera.
"En la semana se dice el circuito que se va a correr el lunes. Y todos entrenan y trabajan en la puesta a punto de los autos. Un fanático de esto es Agustín Canapino (NdR: piloto de Turismo Carretera), quien un día me envió por mail la configuración para una puesta a punto en el autódromo de Río Cuarto. Ese día los maté”, contó Flaqué, quien en el juego figura con la Dodge color gris con la que corrió en 2008.
"Llegan todos al galpón de mi empresa tipo 8.30 de la noche, cada uno con su simulador. Largamos el cronograma como una fecha habitual del TC y como a las 10 paramos para cenar. Seguimos jugando y a la medianoche terminamos, porque al otro día hay que levantarse temprano. Es un lindo grupo y nos divertimos mucho. Y es impresionante cómo fuimos perfeccionando el manejo”, acotó Ariel Persia, el anfitrión.
El fanatismo llega a tal punto, que hasta plilotean los autos en el juego con las publicidades que los acompañan en la vida real, un truco que tiene un allegado de los pilotos.
"Está bueno. Es muy real, hay que trabajar mucho en los autos para después hacer buenos tiempos”, dijo Juan Manuel Robledo, ex piloto de TN y otro de los fanáticos. A cierto nivel de dificultad, el simulador es realmente muy bueno y hasta Henry Martín confesó alguna vez que entrenaba en la compu.
Flaqué, otro de los que corrió en TC, apuntó que "hay muchos detalles, hasta un saltito en una curva muy famosa del autódromo de Buenos Aires, que le dan mucho de realismo”.
"Algunos de los muchachos hasta se convirtieron en profesionales del jueguito. Entrenan mucho y se roban las puestas a punto. Obvio que de ahí a manear un auto de verdad hay mucha diferencia, pero esto es más barato y si lo chocás, no pagás nada”, contó sonriendo Fabrizio Benedetti, ex piloto de Top Race y actualmente en la Clase 2 del Zonal Cuyano.
La movida está instalada y los simuladores son furor. Este lunes, otra vez un grupo de pilotos de verdad llegará al galpón, bajará su máquina y durante unas horas, paradójicamente, dejará la adrenalina de ir al límite en una pista para vivir otro tipo de emoción, la del piloto virtual.

