Experiencia y juventud. Silvia Araya, Nancy Poblete y Mónica Aguilera vivieron hace años la época gloriosa del básquet femenino. Las demás chicas e incluso las pequeñas, ya lo sienten también como propio y piden a gritos que se sigan sumando jugadores en los clubes para que la competencia sea mayor. 

 

Casi dos décadas pasaron ya desde que el básquetbol femenino prácticamente desapareció en la provincia. Pero esas postales de canchas atestadas de gente para ver a las chicas en acción y varios metros de fila para ingresar a los estadios, probablemente se repitan en un futuro no muy lejano. Eso es a lo que aspira la Federación Sanjuanina de Básquetbol que busca resurgir el deporte en la rama femenina.

Ese paso ya se dio en seis clubes de la provincia: UVT, Lanteri, Universidad, 25 de Mayo, Barrio Aramburu y Jáchal, quienes ya están disputando el Torneo Clausura de Damas en Primera División y varios de esas instituciones como la "U", 25 de Mayo y UVT se adelantaron otro paso, contando este año con divisiones formativas para categorías Mini y Premini. 

Silvia Araya tiene 64 años y a pesar que por su edad debería jugar en categoría "Maxi", hoy se mete a la cancha con la Primera porque si no, no tendría rivales. A la "Zurda", como la conocen todas en Lanteri, le sobra estado físico para correr a la par de una piba de 20. "Si bien las grandes entrenamos de manera separada, en los torneos jugamos con la Primera porque no existen clubes de nuestra categoría, tenemos que salir a Mendoza o fuera de la provincia para tener competencia", cuenta la mujer que vivió aquella época de gloria en el básquet sanjuanino jugando para Sanjuaninos Juniors. Mónica Aguilera hoy juega en la Primera de Universidad y le transmitió su pasión a su pequeña heredera Camila, quien a sus 9 años ya practica en la Premini de la U. Mónica recuerda también cuando el básquetbol femenino era el deporte fuerte para las mujeres en la provincia y no ve lejano el sueño de que algún día pueda volver a repetirse. "El básquet es un deporte hermoso, sano, para mí es mi pasión y no lo dejaría pero nos hace falta que se sumen más chicas para que aprovechen el apoyo que ahora sí tenemos", aseguró Mónica y coincidió también Nancy Poblete, otra que retornó de grande y ahora junto a su hija Romina, en Lanteri. 

Distinto es el caso de Yamila Amaya y Camila Uzair, jugadoras de 25 de Mayo quienes se metieron en el mundo de la "colorada" porque en su departamento es el deporte más fuerte. Camila Bravo y Mildre Tejada de la UVT, junto a Camila Aguilera y Martina Muñoz de Universidad no saben en qué momento se abrazaron a este deporte, lo cierto es que ya llevan varios años divirtiendose por medio del básquet y ahora mucho más, con un torneo mejor organizado. La más pequeña Ana Paula González a sus 8 años heredó el deporte de su papá, un exjugador.

Lo cierto es que todas sienten y viven al deporte de Ginóbili o Nocioni con el mismo fervor. No se quedan con eso y sueñan con que las escuelitas formativas sigan sumando adeptas y dejar ese legado que tanto las apasiona en las generaciones futuras. 

 

Los equipos

6 Son los clubes que están disputando el Clausura femenino en Primera. Además, UVT, Universidad, 25 de Mayo y Jáchal cuentan con categoría U-15 y U-17. Este año se sumó Valle Fértil con U-17. 

 

Una postal que quieren repetir

Desde que Darío Bustos tomó el mando de la Federación Sanjuanina de Básquetbol y también por el fuerte impulso desde la Secretaria de Deportes, el objetivo fue resurgir al deporte en la provincia ya sea en la rama masculina como también en la femenina. Ese paso en parte ya se dio, ya que la Federación aspira en unos años a que cada club que juegue el Torneo de Primera tenga obligatoriamente inferiores y equipo femenino. Nadie olvida aquellas históricas jornadas donde el básquetbol femenino colmaba canchas donde familias enteras acudían a ver las chicas. Unión, Sanjuaninos Juniors, Colón, Trinidad, Los Andes y Estrella, eran las principales instituciones que animaban el torneo sanjuanino. Eso se busca repetir ahora con una subcomisión de básquetbol femenino trabajando fuerte para eso.