El nadador alemán Paul Biedermann venció ayer en el duelo al estadounidense Michael Phelps en la final de los 200 metros libre del Mundial de Natación de Roma, en el que el de Baltimore no ha terminado aún de despegar, a pesar de que cuenta ya con dos metales en su medallero particular.
El ocho veces campeón olímpico en Pekín 2008 y seis en Atenas 2004 se mantiene hasta el momento en un discreto segundo plano en un Mundial en el que la tónica general son los récords del mundo batidos: ayer en total se rompieron cuatro plusmarcas mundiales.
Phelps, a pesar que se clasificó anteayer con el tercer mejor tiempo para la final, partía como claro favorito al ser el dueño del record mundial. El alemán llegaba de batir el récord del mundo en la final de 400 metros libre y de hacerse con el oro, con su hinchada animando a pleno pulmón en Roma y con una de esas mallas de última generación, mientras que Phelps había decidido apostar por el mismo tipo de "lazer" de Speedo con el que competió en Pekín.
Y, nunca mejor que en Roma, Biedermann vino, nadó y venció con un tiempo de 1 minuto y 42 segundos, frente a 1 minuto 43 segundos y 22 centésimas del estadounidense, que suma así la plata al oro logrado junto a sus compañeros en los relevos 4 por 100 metros libre del pasado domingo.
Biedermann no sólo dejó por detrás a Phelps, sino que además pulverizó su récord del mundo en 200 libre, el alcanzado por el estadounidense en los Juegos Olímpicos de Pekín hace un año.
Pasaron 4 años para que Phelps volviera a perder en una final, desde el mundial de 2005 en los 100 metros mariposa. Y fue en un mal momento, ya que el de Baltimore viene de cumplir una pena de 3 meses de suspensión al publicarse una fotografía en la que aparece fumando marihuana en una fiesta privada. Aunque se declaró arrepentido, el hecho que hoy no repita su arrollador éxito alcanzado en los Juegos del año pasado, puede perjudicar su imagen, ante una sociedad acostumbrada a decapitar a sus ídolos.
"Teóricamente, hice una buena carrera, estoy a tres décimas de mi récord después de seis meses de pausa. No estoy muy contento, pero sé que este año he entrenado menos. Lo acepto, aunque no estoy muy satisfecho", reconoció Phelps tras la derrota. "Este momento es como un sueño, es una sensación tan increíble", dijo el alemán luego de haberle quitado a Phelps la posibilidad de seguir sumando medallas doradas.

