El viernes pasado, en la reunión de prensa que sirvió para hacer el lanzamiento oficial de los Campeonatos Argentinos de Ruta para categorías junior y menores, el técnico de los más chiquitos, Armando "Planeta" Ramírez, le confió al cronista que María Constanza Pezzotti Sosa, inscripta junto a Abril Capdevila para correr la contrarreloj del sábado "era la tapadita" que presentaría la selección sanjuanina entre las damas de mayor edad. Proveniente del Mountain Bike, e integrante del grupo que a diario entrena Darío "Quincho" Ramírez, hijo del integrante del cuerpo técnico de la Federación Ciclista Sanjuanina; "Coty", como le dicen todos en su grupo de compañeros de práctica, fue quinta, a 50 segundos de ese "tractorcito" que es la mendocina Julieta Benedetti, doble campeona de crono.

En la prueba sabatina, Pezzotti Sosa, corrió con una bicicleta prestada, a la que se subió recién el miércoles pasado. Y, para una carrera que no solo necesita una máquina especial, sino también, horas de práctica para encontrar la posición que permita sacar ventajas aerodinámicas, era dar mucha ventaja.

Ayer la situación cambió. En la prueba en pelotón, aún cuando por venir de una especialidad donde está acostumbrada a aplanar montañas en soledad, se adaptó muy bien a la estrategia planteada por el cuerpo técnico, integrado por Carla Álvarez y Karina Meglioli, y se dio el gusto de festejar en grande. Logró la victoria en una carrera donde San Juan tuvo tres representantes, entre las siete ciclistas que disputaron la prueba: Pezzotti Sosa, junto a Ludmila Aguirre y Abril Capdevila, controlaron cada ataque de sus otras cuatro compañeras de aventura: la mendocina Julieta Benedetti, la puntana Eliana Tocha, la neuquina Abril Garzon y Fiamma Abrisqueta, de Olavarría Centro.

La medalla de Coty permitió que la FCS sumara 3, sobre 2 oros de Olavarría Centro.

Con su fortaleza física y su entrega por el equipo, dejó todo para neutralizar a Garzón, quien anduvo escapada seis de las 14 vueltas (desde el cuarto al décimo giro al autódromo San Juan – Villicum). Luego de conseguir el objetivo, se preocupó por marcar cada rueda y asistir a sus dos compañeras de equipo, Capdevila y Aguirre, quienes por su mayor experiencia y punta de velocidad podían pelear una definición al sprint. En un par de oportunidades frenó sus pedales para "poner" a su rueda a una compañera y ayudarla a cerrar alguno de los huecos que intentaron abrir Benedetti y Garzón, sus rivales más fuertes.

La idea de la sanjuanina, que primó en todas las carreras, pero que se cumplió a rajatabla entre las damas y no tanto en algunas pruebas donde participaron los varones, era -por contar con mayor cantidad de ciclistas- tener siempre dos o tres integrantes en las ocasionales fugas.

Al entrar a la última vuelta, mientras el resto, que se conocía de otros campeonatos comenzó a cuidarse, la "Coty" les metió el "palo". Era ella en soledad, o sus compañeras embalando.

En plena recta larga, esa que todos dicen que "no se termina nunca" sacó 30 metros de ventaja. Apretó los dientes y en la recta opuesta la empujaba el aliento que bajaba de las tribunas. Detrás, Benedetti y Garzón trataron de alcanzarla, pero sus esfuerzos fueron estériles. En su debut dentro de un torneo nacional, la "tapadita" del Planeta, se hizo famosa.

 

La dupla técnica empezó con el pie derecho

Debut triunfal de Álvarez y Meglioli

Las chicas sanjuaninas, Aguirre, Pezzotti Sosa y Capdevila, junto a la flamante dupla técnica de damas.

Carla Álvarez es una de las multicampeonas nacionales que tiene el ciclismo sanjuanino (NdeR: ganó tres medallas de oro, seis de plata, y una medalla de bronce, en pista. Y fue campeona argentina en ruta). Karina Meglioli, aunque no corre, también -puede decirse- es multicampeona, porque lleva muchas temporadas asistiendo a su esposo Rubén Ramos y Ernesto Fernández, con los tiempos y preparación de los seleccionados de la Federación Ciclista Sanjuanina. Aparte, su hijo mayor, Rubén Gabriel (Peladito), es el ciclista más ganador de títulos en la pista, y también fue campeón argentino.

Ellas dos fueron quienes desde este campeonato tuvieron la responsabilidad de monitorear los entrenamientos de las chicas. Contaron con la asistencia permanente, del "Polilla" Ramos y del "Pollito" Fernández, y también de Armando Ramírez y de Emiliano "Bam Bam" Fernández.

Sobre ellas recayó no solo la preparación de las chicas, sino también el control de que no les faltara nada. Por eso no sorprendió ver a Carla, portando la bicicleta de alguna de sus dirigidas a la medición de la multiplicación exigida para las categorías menores. Como también observar a Karina "refrescando" individualmente a cada corredora cuál era el plan de carrera.

Ayer, cuando finalizó la competencia de las damas Junior, la alegría compartida fue tal que en una foto, la que ilustra este texto, se notó como influyó el oficio de mil carreras de Álvarez y la calidez maternal de Meglioli. Las tres chicas las abrazaron y les solicitaron que subieran al podio para que quedará plasmada en una imagen el espíritu de grupo. Ese donde prima el respeto y la entrega por la victoria de una camiseta, con tanta gloria como la sanjuanina.

"Ganó San Juan" y eso es lo que vale. Hoy le tocó a Pezzotti Sosa, mañana le tocará a Aguirre, o Capdevila. Esa fortaleza grupal que demostraron las chicas más grandes, también se vió en la carrera de las más chicas, la ciclistas nacidas en 2006-07. No hubo medalla, es verdad, pero Samara Medrano y Delfina Dibella, ganadoras del oro y la plata en la crono sabatina, dejaron el alma por subir al podio. Acá se daba una situación parecida a las Junior. Medrano, formada en el ciclismo de pista y ruta, era la carta para una definición grupal. Dibella, proveniente del mountain, jugaría sus fichas a llegar en fuga. La rubia capitalina fue la corredora más aguerrida de todas las que integraron el pelotón. Trató de romper siempre el grupo, pero nunca dejó de pensar en que tenía que "llevar" a su compañera para un posible embalaje decisivo.

Constancia en la práctica. Orden táctico para correr. Y la entrega en pos de un objetivo de conjunto. Fueron los tres pilares donde se apoyó el éxito de las chicas.