La danesa Pernille Harder entró hoy en la historia del fútbol femenino mundial por convertirse en el fichaje más caro: Chelsea le pagó 350 mil euros al Wolfsburgo por el pase y firmó contrato por tres temporadas con el club londinense.

Harder viene de una gran temporada goleadora en el fútbol alemán y cumplió el sueño de su vida a los 27 años: Chelsea le compró el pase y la presentó hoy en Stanford Bridge.


“Estoy extremadamente feliz y emocionada por empezar, de finalmente estar aquí y ser jugadora del Chelsea. Estoy entusiasmada de poder jugar para un club tan grande y con tantas jugadoras increíbles. La Super Liga Inglesa es un torneo emocionante y estoy a la espera de poder disputarlo”, comentó la futbolista en su presentación.

Harder es considerada cómo una de las mejores futbolistas del mundo y en Alemania ganó la Bundesliga cuatro veces seguidas marcando 105 goles en 114 partidos. Una goleadora impresionante.

La delantera no pudo consagrarse campeona de Europa con Wolfsburgo al perder la final de la Champions League femenina contra el Lyon de Francia el pasado fin de semana.

Chelsea viene de ganar tres títulos en el fútbol de Inglaterra en la última temporada y ahora buscará coronarse en Europa por primera vez en su historia.

Mediante la incorporación récord de Harder, el Chelsea vuelve a escribir la historia del fútbol femenino: durante el mercado de pases previo, habían roto la marca del fichaje más caro de la historia al incorporar a la delantera australiana Sam Kerr a cambio de €300.000.

Además, la futbolista internacional danesa volverá a compartir equipo con Magdalena Eriksson, capitana del Chelsea y, también, actual pareja de Harder. Esto significa un reencuentro futbolístico para las dos futbolistas, ya que habían compartido equipo en 2016, cuando jugaban para el Linkopings de Suecia.


Harder y Eriksson se ganaron el respeto del mundo durante el Mundial Femenino de 2019, cuando la danesa fue a ver a la sueca y la saludó con un beso en la boca al final del juego. Ahí se produjo una foto que recorrió el mundo. Para ambas será además un reencuentro futbolístico: fueron compañeras en el Linkopings, de Suecia, en 2016.

“Todo el asunto fue realmente inesperado. No sabíamos que había un fotógrafo. Fue bueno constatar lo masivas y positivas que fueron las reacciones, y cuántos comentarios agradables hubo de todas partes del mundo. Provocó mucho debate, con muy poca negatividad, y eso estuvo realmente genial. Además, eso hizo que Magda y yo nos diésemos cuenta de que somos referentes no solamente en el fútbol, sino también en este ámbito. Es algo que hemos aceptado, porque sabemos que somos afortunadas por sentirnos seguras y tranquilas a la hora de mostrarnos abiertas sobre nuestra relación”, resaltó Harder en el sitio oficial de la FIFA.