Los fiscales que intervienen en la causa por la muerte de Diego Maradona peritarán el próximo lunes el teléfono celular que le secuestraron al chofer que trabajaba para el Diez y que el día del deceso se encontraba en el country San Andrés de Tigre, indicaron este martes fuentes judiciales.
Es un iPhone 8 que el martes pasado le secuestraron a Maximiliano Trimarchi, durante un allanamiento en su domicilio del barrio porteño de Villa Urquiza.
El peritaje comenzará a las 8.30 en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, en la calle Acassuso 476, con el UFED (Dispositivo Universal de Extracción Forense, según sus siglas en inglés). Se trata del mismo dispositivo con el que se extrajo toda la información de los cuatro celulares requisados a los médicos investigados, Leopoldo Luque y Agustina Cosachov.
Trimarchi es empleado del abogado Matías Morla y su tarea era ser un chofer a disposición de Diego Maradona, no solo para el traslado de personas, sino también todo tipo de mercadería y logística.
El chofer también es hermano del abogado Marcelo Trimarchi, socio de Morla, y de Andrea Verónica Trimarchi, la contadora del entonces DT de Gimnasia y Esgrima La Plata y de Sattvica SA, la sociedad que tiene la explotación de las marcas comerciales "Maradona", "El 10", "La Mano de Dios", "El Diego" y "Diegol", entre otras.
Los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra decidieron allanar su domicilio y secuestrar su celular tras establecer mediante videos extraídos de cámaras de seguridad y registros de los ingresos y egresos al country que aquel 25 de noviembre, Trimarchi había ingresado a las 11.44 con un Ford Focus a nombre de Morla y estaba en la casa del lote 45 cuando se produjo el deceso de Diego Maradona, sin que nadie lo hubiera reportado.
Para los investigadores judiciales, Trimarchi fue "un fantasma" que estuvo en la casa pero nadie mencionó al declarar en el expediente.
Desde el entorno de Morla explicaron en su momento a Télam que ese día a Trimarchi le tocó trasladar hasta el country San Andrés a la psiquiatra Cosachov y al psicólogo Carlos Díaz, para la visita de estos profesionales al Diego Maradona y que si no le tomaron los datos fue por una falencia de la policía o los funcionarios judiciales que llegaron luego al country.
Incluso, explicaron que el día del hecho, como no había espacio en los patrulleros, Trimarchi le hizo de chofer a la Policía para llevar a declarar a la psiquiatra, el psicólogo y la enfermera a la fiscalía de Benavídez.
Al análisis de los teléfonos también se suma el peritaje que el martes pasado se inició en la sede de la Policía Judicial de La Plata a seis computadoras y tablets que fueron secuestradas a Luque y Cosachov.
La idea es poder extraer toda la información referida a los tratamientos médicos de Maradona contenida en los celulares, las PC y tablets secuestradas, así como también las comunicaciones y mensajes que hayan tenido las personas investigadas sobre los momentos previos, concomitantes y posteriores al deceso del Diez.
Fuentes judiciales indicaron a Télam que en estos días también se espera que llegue a la Fiscalía General de San Isidro el informe sobre los estudios toxicológicos e histopatológicos realizados sobre la orina, la sangre y los órganos de Maradona, como análisis complementarios a la autopsia.