San Lorenzo sufrió ayer un duro golpe con una goleada de 3-0 ante Quilmes, que consiguió el primer triunfo del torneo y en medio de medidas de fuerza ante deudas de la dirigencia. Dos goles del ex Vélez Ezequiel Rescaldani, el primero de penal, y uno de Matías Orihuela sentenciaron el pleito en un estadio Centenario sólo habilitado para socios del local y por lo que tuvo escaso marco de público.
Con un escenario difícil en la Copa Libertadores San Lorenzo necesitaba de una victoria que le otorgue el consuelo en el torneo vernáculo y seguir a tiro de Godoy Cruz, puntero del grupo 1, pero nada pudo conseguir en Quilmes. Porque jugó uno de los peores partidos de la era de Pablo Guede, en ningún momento encontró la formula de llegar con juego al arco de Walter Benítez y encima dejó abierta la puerta del medio para los avances del local.
Un par salvó Torrico, entre ellos un mano a mano con Andrada, y por el lado de San Lorenzo una combinación de Cerutti y Mas por izquierda que el lateral cruzó el remate por el frente del arco. Cerutti sorprendió jugando por izquierda y no le fue bien, porque en la siguiente jugada, Braña, de gran partido, habilitó desde el medio a la derecha a Bottino, ante cuyo centro Cerutti metió la mano y el árbitro Herrera cobró penal que Rescaldani definió fuerte a la derecha de Torrico, lanzado al otro palo. Más allá de algunos intentos con centro o remates desde afuera, San Lorenzo no tuvo juego coordinado.
Pareció ser el origen de las molestias que evidenció en el campo Néstor Ortigoza, que fue reemplazado en el segundo tiempo por Héctor Villalba. Ni bien comenzó el segundo período San Lorenzo tuvo una catarata de pelotazos en el área rival a partir de una salida fallida de Benítez. Fue apenas una situación aislada. A los 8 minutos Mas salió equivocadamente desde abajo, perdió la pelota ante Imperiale, aclaró con un pase a Romero, que metió un centro pasado y Orihuela cabeceó frontalmente al gol. En el peor momento de San Lorenzo, Quilmes sacó provecho con otra contra.
Tan mal estaba el equipo visitante que Rescaldani cabeceó dos veces en una misma jugada, la segunda marcando ante el tercer gol ante el solitario Torrico, sin ayuda. Ya era tarde para los cambios de hombres y también de esquema que pergeñó Guede, con una defensa de tres. Quilmes tuvo su primera caricia en este torneo, atenuando el malestar con la dirigencia por la deuda salarial que los llevó a no concentrar para este partido. San Lorenzo se aleja de las posiciones de punta que dan lugar a la Libertadores del año que viene, y cuando aún tiene un horizonte oscuro en la actual edición de la Copa. Sin dudas, el parate por la doble fecha de Eliminatorias le vendrá realmente bien para reordenarse.