El seleccionado argentino de básquetbol, medallista en Atenas 2004 y Beijing 2008, perdió ayer ante su par de Francia, por 71 a 64, en partido válido por la segunda fecha de la zona A de la competencia olímpica en Londres 2012. Con este resultado, el equipo de Julio Lamas suma una victoria y una caída en dos presentaciones, habida cuenta de que había vencido en el debut a Lituania, por 102 a 79.

Los parciales del encuentro jugado en el Basketball Arena, ante casi 8 mil espectadores, fueron los siguientes: Francia 19-12, 32-29, 55-53 y 71-64. El goleador del encuentro y mejor figura del elenco albiceleste resultó el escolta bahiense Emanuel Ginóbili, responsable de 26 tantos.

Argentina volverá a jugar en la etapa de clasificación este jueves ante Túnez (a última hora se enfrentaba al "Dream Team" de los Estados Unidos), a partir de las 14.30 local (10.30 de Buenos Aires).

Una acción en la que "Manu" Ginóbili cortó al canasto y adelantó a la Generación Dorada (4-2) representó la primera conversión en tiros de cancha, apenas pasados los 3 minutos. Todo un adelanto de lo que ocurriría en el primer período.

Porque el equipo de Lamas mostró una discreta eficacia (34 por ciento) en la conversión de tiros de cancha (11 de 32) y eso explicó, en buena parte, que no se repitiera la actuación del domingo último con Lituania.

El segundo cuarto empezó bien para el equipo argentino y un parcial de 6-0 le permitió acortar a lo mínimo (18-19), a falta de 7m. 22s.

Inclusive, un tiro exterior del bahiense Hernán Jasen, cuando restaban 6m., devolvió la paridad a la pizarra: 22-22.

Pero, Francia metió en cancha a un intimidante Kevin Seraphin, que empezó a marcar diferencias bajo los cestos y a un Nando De Colo picante.

Con esos argumentos, el quinteto europeo se escapó 32-24 y parecía volcar el desarrollo. Pero en el tramo final de la etapa, tres libres y una corrida de "Manu" Ginóbili recortaron cifras a 29-32, marcador, si se quiere, "generoso", para una Argentina que penó más de lo que disfrutó.

Un triple de "Manu" alimentó la ilusión del repunte, cuando restaban casi 2 minutos (61-67). Pero la suerte ya estaba echada y la derrota se consumó.