SUFRIDO. Peñarol empezó derechito pero se le complicó con uno menos, sacó a relucir su entrega y terminó festejando.

 

Un tiempo para jugarlo, otro para sufrirlo y en el balance final, el gran desahogo… Síntesis de la gélida tarde de Federal A para Sportivo Peñarol que volvió a ganar de local, metió tres puntos enormes y pelea zona de clasificación en la Zona Sur. Con dos goles de Ignacio González, el pibito que surgió de la Escuelita del Catita Moreno y tras su paso por Banfield y San Martín, entró en la vida de Peñarol, el Bohemio venció por 2-1 a Sansinena de General Cerri, con el plus de haber jugado todo el segundo tiempo con un jugador menos por la expulsión de Carucha Fernández.

No pudo ser mejor el comienzo de Peñarol en el partido. Y es que a los 4’ la armaron entre Javier Martínez y Nacho González para que el goleador se presentara en sociedad con un cabezazo bombeado que dejó sin chance alguna al arquero Abraham. Era el inicio soñado porque ganando, Peñarol obligaba a que Sansinena saliera, se abriera.
Pero a los 13’ de un foul innecesario del Pipi Salinas, llegó el centro al área sanjuanina y las dudas del arquero Quiróz no hicieron más que servirle el empate a García cuando nada había hecho el visitante para igualarlo. Le costó asimilar ese golpe al Bohemio. Perdió la pelota y el dominio por varios minutos hasta que empezaron a pesar en el partido More, Javier Martínez y el propio González. Y todo volvió a ser de Peñarol aunque sin poder concretarlo. Recién a los 39’ otra vez la sociedad Martínez-González se puso manos a la obra y el ex San Martín puso el 2-1 para cerrar el primer tiempo.

Llegó el complemento y el partido fue otro. Es que a los 4’, Carucha Fernández se excedió con Giménez, a la salida de un córner, y el árbitro Llobet lo expulsó.
Con uno menos, Peñarol se fue replegando. Cedió la pelota, se recostó contra Quiroz y aguantó. Como pudo y dejando todo. El técnico Cristian Bove cambió la estructura con los cambios, metió a Lepe, adelantó a Felissia y a More al medio y con eso se paró firme. Rearmó la zaga con Matías Martínez y Agustín Paredes y esperó la contra. La tuvo dos veces. Primero con una electrizante corrida de Brian Nellen que terminó en el palo izquierdo de Abraham y después, con una proyección de More que también dio en el palo. Con ese sufrimiento, Peñarol asumió que debía aguantarlo como sea. Resignó el juego asociado del primer tiempo, por la entrega ilimitada de todos para terminar festejando mucho más que tres puntos.

Recuperar el poderío como local, hacerse fuerte en Chimbas parece ser uno de los objetivos ya conseguidos. Sumar afuera  es materia relativamente pendiente porque necesita meter una victoria importante lejos de San Juan para poder despegar definitivamente. Pero Peñarol va despacio. Sumando siempre, creciendo en otras facetas como la del sacrificio y con eso, más los destellos de fútbol que puede generar, se acomodó lindo.

 

 

CONFORMIDAD EN VESTUARIOS

 

  • Bove: ‘Es una victoria que premió la entrega’

 

DESAHOGO. No fue fácil la tarde en Peñarol y el triunfo final fue festejado por su técnico Bove.

 

Peñarol necesitaba sumar fuerte y ante uno de los que venía arriba, lo consiguió. Le costó ganarle a Sansinena pero la clave estuvo en la entrega de todos y el técnico, Cristian Bove, lo remarcó tras la victoria en Chimbas: ‘Este es un campeonato muy duro. Difícil siempre y creo que habíamos comenzado muy bien. Acertamos en el comienzo pero no pudimos aprovecharlo del todo. Nos empataron, luego nos pusimos arriba y en el complemento, con uno menos, tuvimos que aferrarnos al resultado. Respondieron muy bien todos. Los que entraron, los que estaban y eso deja tranquilo. Es una victoria que premió la actitud y la entrega de todo Peñarol para sumar un partido de seis puntos por la calidad del rival’.

 

 

  • Sportivo tuvo respiro

En el presente de Sportivo Desamparados, todo trasciende. Y el haber remontado un 0-2 en los últimos 4 minutos de partido siendo visitante fortalece y suma siempre. Por todo esto, el 2-2 final en Otamendi, ante Círculo Deportivo, terminó siendo un premio para un Desamparados que necesita volver a ser urgente. Empezó perdiendo por los goles de Avallay y de Luna, pero en el minuto 41 con Callejas y luego, en el 44 con Abecasis, el Puyutano salvó un punto y algo más.