Las matemáticas le siguen brindando ilusión. Pero la realidad lo castiga fecha a fecha, partido a partido a Peñarol. No es para menos, afuera de la cancha es un hervidero la actualidad del club con un presidente y parte de su Comisión Directiva cuestionada a nivel judicial por presunta malversación de fondos de los subsidios recibidos en los últimos meses. Todo eso, inevitablemente, se traslada al verde césped donde los dirigidos por el ‘Rulo’ González buscan hacerle frente a un presente más que difícil. Un nuevo golpe para Peñarol se concretó ayer en la tarde cuando en el Bicentenario, de Pocito, perdió 2-0 ante Ferro, de General Pico, por la 28º fecha del Federal A.
Se trató de una muestra más de la realidad del equipo que hace rato parece haber perdido la brújula y en el futuro inmediato cuesta mucho ser optimista. Es que el Bohemio ayer tenía una nueva gran chance pues Estudiantes, su antecesor en las posiciones a cinco puntos, había caído el sábado y entonces si ganaba, quedaba a solo dos unidades, cuando la fecha próxima tiene que visitarlo en San Luis.
Pero, nada de esos planes se concretaron en el Bicentenario. Peñarol no le encontró nunca la vuelta al partido y encima un par de errores propios lo condenaron de entrada cuando a los 11′ Matías Rapetti abió el marcador para la visita. La historia se terminó de liquidar, ya en el complemento a los 33′ con el tanto de Matías Persia, al momento que el local era un atado de nervios e imprecisiones.
Aun con 21 puntos en disputa (7 partidos), Peñarol no está muerto, pero debe empezar a dar señales de vida muy pronto. De lo contrario, el abismo será su destino…