Otra vez, trago amargo de local. Otro empate, otra historia pero el mismo final para un Sportivo Peñarol que necesita volver al triunfo después de aquella hoy lejana victoria ante Independiente de Chivilcoy. Esta vez, se complicó solo porque arrancó con todo para ganarlo, incluyendo un penal a favor que fue gol antes de los 10" de juego, pero otra expulsión (5 en cinco fechas) lo condicionó, le empataron y terminó jugando otro partido. Al final fue un empate 1-1 contra Villa Mitre de Bahía Blanca en el estadio del Bicentenario, dejando como positiva la imagen de una entrega total en todo Peñarol, pero lamentando otra opción como local perdida más por errores propios que por virtudes ajenas y eso es lo que molesta en el Bohemio.
El comienzo, con seis cambios y el mismo sistema, fue absolutamente favorable a un Peñarol que presionó bien de entrada, buscó la sociedad Espejo-Da Silva para abrir el camino al arquero Rébora. Iban 9" y Leandro Espejo encaró del centro hacia la izquierda y Duwalder lo tocó. Penal clarísimo que Da Silva cambió por gol. Apenas 10" y Peñarol empezaba a ganarlo. Así, el plan de partido era ideal, previendo que se adelante Villa Mitre ofreciendole espacios para la contra. Todo era así hasta que a los 26" Emanuel Yori cometió una tremenda infracción en el mediocampo sobre Herrera y terminó expulsado. Ahí, cambió todo en Peñarol porque ya tuvo que replegarse más, empezó a sufrirlo y a los 34" Herrera cabeceó al gol un buen centro de Distaulo que había ganado por la izquierda.
El empate golpeó anímicamente a un Peñarol que terminó aguantando como pudo ese primer tiempo en que impuso condiciones de entrada y no pudo sostenerlo. En el complemento, el técnico Mónaco rearmó defensa en Peñarol, encontró solidez pero resignó juego. Así y todo tuvo poco en ofensiva en un Peñarol que empezó la tarde como debía y se la terminó complicando solo. Como para analizarlo y sacar conclusiones.