Puede ser el final de una lenta y dolorosa agonía. También puede ser la última esperanza y el inicio del milagro llamado salvación. A eso se aferrará Peñarol en un día que puede quedar marcado en su historia, porque a las 17 cuando reciba a Juventud Unida de San Luis en el Bicentenario por la fecha 33 de la Zona B del Federal A, tendrá que ganar o ganar y después, como si no alcanzara con tanto sufrimiento, esperar el resultado de las 21 entre Estudiantes San Luis y Atenas de Río Cuarto. Pero además, el sábado tendrá que ver cómo le va a San Martín de Mendoza en su visita a Ciudad Bolívar. Pero para Peñarol, lo único que le dará esperanza es un triunfo y no será sencillo el tema porque además, ante la falta de pago, se terminó de desarmar el plantel con las desvinculaciones de varios titulares que dejaron al técnico Ricardo González más que condicionado. Así, el Rulo pondrá en cancha lo mejor que puede armar con lo que le quedó y con lo que tiene Peñarol en sus divisiones formativas. Puppo en el arco; Luis Argumosa, Torres, Carlos Fernández y González en la defensa; Andrés Alderete, Sosa, Ivaceta y Tello en el medio, Ortiz y Salinas en el ataque.