Es el momento de ganar, como sea y a quien sea. Eso es Peñarol hoy en las intenciones, pero en cada cruce contra su propia realidad, es todo impotencia. Ahora, en la fecha 27, en el inicio de la última rueda de la Fase Clasificatoria del Federal A, no pudo con Atenas de Río Cuarto en el Bicentenario y con la sorpresiva victoria de Estudiantes de San Luis como visitante ante el puntero, la brecha de puntos para salvar la categoría se estiró a 5 unidades. Un margen más que decisivo como para poder encarar lo que resto pensando en la salvación. En Pocito, lejos de su gente y buscando esa paz que necesita mas que nunca, Peñarol terminó salvando el punto porque Federico Ortiz, cuando faltaban menos de 10′ para el final, clavó el 1-1 final que no suma para nada ante las urgencias del Bohemio.

En el inicio del partido, Peñarol fue el que buscó, el que propuso, el que arriesgó pero sin los argumentos mínimos como para conseguir esa ventaja. Entró con más ganas que con ideas, sin precisión y con actitud no siempre alcanza. Y para colmo, dentro de un trámite parejó con Atenas esperando en la contra, llegó otro grosero error del arquero Franco Pérez para servirle el gol a Paulo Oballes que no dudó en la definición. Casi en ese final de la primera parte, Peñarol vivía lo que no tenía que pasarle: estar en desventaja.

En el segundo tiempo, las urgencias se multiplicaron en el escenario Bohemio. No solo era ganarlo, antes debía empatarlo con el riesgo lógico de ir por todo y terminar quedándose sin nada. Lo entendió así el técnico Rulo González que metió mano con los cambios buscando más reacción. No le sobraron ideas pero lo fue a buscar. Lo intentó por todos lados pero no podía. Era impotencia pura Peñarol y solo la esperanza de un golpe final sirvió para que Ortiz empatara con menos de diez minutos por delante.

En la fecha 28, Peñarol será local otra vez recibiendo a Ferro de General Pico, con ese plus que no lo sabe aprovechar .

No pudo el Bohemio. Acorralado en su impotencia y con un clima institucional que lo sacude día a día, el destino de Peñarol en el Federal A se empieza a convertir en un cristal. Queda tiempo, quedan puntos por jugar pero Peñarol no puede reaccionar. El ciclo del Rulo González entró en una etapa gris que no tiene respuestas.