El bajón de San Martín llegó y anoche tuvo continuidad en Buenos Aires frente a Temperley, ante el que perdió 1-0 en el partido que cerró la 10ma fecha de la Superliga. Segunda derrota consecutiva, pero mucho más dolorosa que la que sufrió ante San Lorenzo, dado que ayer jugó mal, sin conexión ni conductor, sin peso en el área y carente de profundidad. No remató al arco y eso marcó un mal funcionamiento y desempeño del equipo de Pipo Gorosito, que pese a que jugó 30 minutos con un hombre más no pudo remontar el partido que ya lo perdía a los 3’.
La primera crisis de la temporada llegó y perdió ante un Temperley que antes del partido estaba último en la tabla y que sumó tres puntos vitales en su lucha por la permanencia.
Fue un partido tan opaco como el mismo rendimiento del equipo, ya que el juego grupal que lo posicionó en la tabla no apareció y tampoco tuvo variantes para por lo menos empatarlo. Ya que por más que terminó jugando con línea de tres para poner a Messiniti en el área Celeste no fue la salvación.
Fue la cuarta derrota en la temporada y la segundo de visitante.
Ni siquiera las individualidades fueron sustento de reacción, dado que la gran apuesta para este partido por parte de Gorosito había sido el ingreso de Rodríguez, quien ante San Lorenzo metió pelotas de gol. Pero anoche el uruguayo fue todo lo contrario. Impreciso, sin conexión y en los dos tiros libres que desperdició tirándolos muy lejos marcaron que el as de espada por el que se jugó Pipo, no le respondió.
Y fue una de las claves de la derrota Verdinegra, porque no tuvo un conductor, no sorprendió tampoco por las bandas y arriba nunca exigió al arquero Ayala.
Y si bien recibió el gol rápidamente, porque a los 3 minutos Temperley pasó a ganarlo -centro de la esquina y por detrás Adrián Arregui metió un frentazo preciso y letal para poner el 1-0-, no tuvo un rendimiento acorde como para equiparlo y traerse a San Juan algo y eso es la mayor preocupación que dejó la derrota contra el Celeste, que con la victoria dejó el último lugar en la tabla.
Ponerse arriba en el marcador le simplificó la tarea al local, que ejerció mejor dominio de pelota y que con eso le alcanzó para sostener el rápido gol y tener, en base a la velocidad en ataque, otras alternativas que no dejaron jugar cómodo al Verdinegro. Recién pasados los 25’, San Martín logró poner la pelota al piso pero en los metros finales no tuvo sociedades.
Mientras que en el complemento nada cambió, pese a que a los 18’ se fue expulsado Costa en el local, pero apenas un cabezazo de Messiniti fue el escaso intento de un San Martín que se pinchó y perdió ante el último.