Pasó la crisis, quedó atrás ese arranque fallido y hasta ya pasó el debut para el nuevo cuerpo técnico que maneja Unión. Así de vertiginoso es el momento del Azul en el Federal A y hoy, más obligado que nunca por ser local y por tener que arrancar de una buena vez, la imperiosa necesidad de ganar será su bandera cuando reciba a Independiente de Chivilcoy por la sexta fecha de la Zona 2 del torneo. Después del empate en Las Parejas, hoy en Rawson, sólo vale ganar.

Con ese espíritu, el técnico Raúl Antuña movió piezas en el transcurso de la semana, intentando darle más perfil ofensivo a la formación que ha perdido en ataque a la dupla que tanto le rindió en la temporada pasada (Sacripanti-Acevedo) y hoy no encuentra las respuestas para compensar ese déficit. Así, el Purruco se decidió finalmente por colocar a Nahuel Olivari como marcador lateral derecho, además de retrasar casi a posición de volante derecho a Santiago Ceballos, agregandole que se producirá el regreso de Alfredo Molina como conductor de un equipo que lo necesita. El resto, es igual con la mezcla en el medio de Natalicchio con Hernán Muñoz por el centro, más la potencia de Ariel Sánchez por la izquierda, quedando con toda la responsabilidad de encabezar el ataque Ezequiel Gaviglio.

No hay momento ni paciencia para otra cosa. Unión necesita ganar y contra un rival que tiene 6 puntos y es nuevo en la divisional, no hay margen para el error en esta nueva presentación del Azul ante su gente. Es ganar o ganar porque se pasará ya un cuarto del campeonato y ese camino perdido no se recupera más. Hoy, todo depende de Unión, de lo que haga y de lo que pueda mostrar para cambiar su destino.