Bien arriba. Gustavo Fernández volverá a estar en lo más alto del ranking mundial de tenis adaptado, tras su coronación de ayer en Wimbledon.

El argentino Gustavo Fernández sigue haciendo historia en tenis adaptado. Superó en la final al japonés Shingo Kunieda por 4-6, 6-3 y 6-2 y logró el primer torneo de Wimbledon de su carrera (en 2015, había ganado en dobles junto al francés Nicolas Peifer). Se trata del tercer Grand Slam de la temporada (ganó todos los que se disputaron) y el quinto de su cuenta personal.

El "Lobito" pudo tomarse revancha por las dos definiciones perdidas en el All England Club en 2017 y 2018 frente al sueco Stefan Olsson. Los otros títulos grandes que conquistó el argentino fueron Australia en 2017 y 2019, y Roland Garros en 2016 y 2019.

De esta manera, "Gusty" Fernández se convirtió en el tenista argentino con más títulos en Grand Slam y lo sigue ahora Guillermo Vilas con cuatro. Además, con este triunfo volverá a lo más alto del ranking por tercera vez en su carrera.

Tras el error no forzado del japonés que definió la final, el cordobés nacido en Río Tercero hace 25 años lanzó un grito de desahogo para dar paso a un emocionado festejo junto al grupo de trabajo que lo acompañó en el complejo tenístico londinense. 

El tenista de Río Tercero es hijo de Gustavo Ismael Fernández, ex basquetbolista con destacada trayectoria en la Liga Nacional de Básquetbol (LNB) y actual entrenador de Estudiantes de Olavarría, y hermano de Juan Manuel, que se desempeña como base en la segunda división de Italia.

Para instalarse por tercera vez en la final de Wimbledon había vencido en cuartos de final al británico Alfie Hewett por 6-1 y 6-3, y en semifinales al francés Stephane Houdet por 6-0 y 6-4.

Al partido decisivo, jugado sobre la cancha número tres del All England, Fernández llegó con un historial desfavorable de siete victorias y 22 derrotas frente a Kunieda, al que sin embargo le había ganado este año por 6-3 y 6-2 en la final del Masters 1000 de París, sobre superficie dura.

El japonés, que fue su verdugo en tres finales de Grand Slam (2014 en Australia y Estados Unidos; 2018 en Roland Garros), parecía encaminarse a una nueva victoria cuando se llevó el primer set por 6-4.

Pero Fernández se hizo fuerte sobre el césped de Wimbledon, exhibió un juego sólido en las últimas dos mangas de la final y se adueñó del título después de dos horas y dos minutos de juego.

La victoria le trajo además un premio extra: por tercera vez en su carrera llegará al primer puesto del ranking mundial sobre silla de ruedas, que precisamente estaba en propiedad del jugador nacido en Tokio hace 35 años. Sin dudas, estos duelos ya son un auténtico clásico para el argentino y el nipón.

Kunieda fue nueve veces campeón en Australia (2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2013, 2014, 2015 y 2018); siete en Roland Garros (2007, 2008, 2009, 2010, 2014, 2015 y 2018) y seis en Nueva York (2007, 2009, 2010, 2011, 2014 y 2015), pero sigue con Wimbledon como cuenta pendiente tras participar por tercera vez esta temporada.

Gran diferencia

Fernández obtuvo en premios por ser campeón en Wimbledon un total de 57 mil dólares, algo muy lejano a los casi tres millones de pesos que sumaron los campeones individuales masculinos y femeninos en el tenis tradicional en Londres. Igual, el cordobés tuvo un aumento en el premio al mejor del 15% respecto al 2018.

 

Fernández x 4

 

  1. "A este título la verdad que ni siquiera lo había soñado. Es muy difícil consagrarse acá. Sólo mi equipo sabe lo duro que trabajé para conseguir esto. Significa muchísimo para mí y es difícil expresarlo con palabras. Jugar en el césped siempre resultó un desafío superior para mí y ganar hoy (por ayer) Wimbledon es un premio a tanto esfuerzo".
  2. "Físicamente fue un partido muy duro, pero mentalmente fue mucho más. Tuvo que acostumbrarse a esa intensidad y por suerte pudo ganar. Creo que en los momentos clave del partido, tuvo la tranquilidad necesaria como para tomar las decisiones correctas. Eso es el fruto a tanto tiempo de trabajo con todo mi equipo. Sin ellos, esto sería imposible".
  3. "Sinceramente lo quiero felicitar a mi adversario (Kunieda). Crecí viéndolo jugar, me inspiró la pasión y fue un lujo compartir la cancha con él. En este caso me tocó superarlo, pero está claro que es todo un ejemplo dentro del tenis adaptado. No tengo dudas que volverá con más energía para poder sacarse la espina de ganar acá".
  4. "Ser otra vez el número uno del mundo lo tomo como la consecuencia a tanto trabajo y esfuerzo que hacemos todos en mi equipo de trabajo. No es fácil estar arriba todo el tiempo y ser el mejor, al menos de forma transitoria, es una reivindicación. Hay que tener claro que esto es muy rápido y no creerse que el uno es lo único importante".