Sudáfrica, 29 de junio.- Lleva la pelota pegada al pie. Recorre la banda izquierda y llega al área. Asiste. Tiene buen tiro de media distancia. Hablamos de Mesut Özil, volante ofensivo de Alemania y una de las frescas revelaciones de la Copa del Mundo de Sudáfrica.
Nació en Alemania, sus padres son turcos y es un fanático del Barcelona de España. “Me gustaría jugar algún día al lado de Messi”, confesó este muchacho de 180 centímetros que recorre la cancha a una velocidad que no conjuga con su altura. Su representante lo confirmó: “Es hincha de Barcelona desde los 12 años”.
Comenzó su carrera en el Schalke 04 y luego escaló al Werder Bremen, El estilo de juego del zurdito Özil, de 21 años y que tiene como ídolo a Zinedine Zidane, encaja en el paladar de los hinchas del Barcelona. Es habilidoso, rápido y tiene mucho talento. No es goleador. Pero hace goles importantes. Con uno suyo, Werder Bremen ganó la Copa de Alemania. Con otro, Alemania consiguió la clasificación a los octavos de final.
Sus antecedentes futboleros y su presente en Sudáfrica lo alejan del Werder Bremen. “Hay varias ofertas. Es la estrella del Mundial”, dijo Klaus Allofs, ex delantero de la selección alemana y hoy dirigente del equipo alemán. Tres clubes ingleses mostraron su interés por contratarlo: Manchester City, Arsenal de Inglaterra. Pero el conjunto catalán no se queda atrás.
Llegó a Sudáfrica casi en silencio, como un desconocido. Lleva la 8 en la espalda, pero contra Inglaterra jugó para 10. Es uno de los creadores de Alemania. El sábado estará en Ciudad del Cabo para impedir que la Selección llegue a las semifinales. Enfrente estará Messi. ¿Su futuro compañero?
