Guillermo Farré volvió ayer a hacerse presente en otra de las grandes victorias de Belgrano de Córdoba, aceptando incluso a jugar en una posición que no le es habitual y encima cerrando con un gol para marcar la victoria sobre Boca por 3-1.
Farré se está convirtiendo en una marca registrada del Pirata, instalándose como hombre para los libros por el recordado gol que marcó a River en el Monumental, logrando el ascenso de su equipo en el juego por la Promoción hace dos temporadas y mandando al Millonario a la B.
Además, la semana pasada sorprendió con un golazo sobre Quilmes y ahora fue el turno de que otro grande, Boca, sea víctima de un gol, ideado y moldeado por la viveza del juvenil Lucas Melano. Farré encima jugó como volante por derecha cuando es un natural mediocampista central, haciendo caso estricto a la estrategia de Ricardo Zielinski, con el objetivo de evitar las subidas de Juan Sánchez Miño, y sólo un par de veces fue vulnerado por lo que redondeó un actuación sobresaliente.
“No le encontrábamos la vuelta en el primer tiempo pero nos empezamos a acomodar y el segundo tiempo hicimos un gran partido al poder darlo vuelta”, sostuvo luego del triunfo, con el gol que cerró el partido.

