Se ha vuelto una costumbre. Una sana costumbre para Boca Juniors. Es que de nuevo "Chiquito" Romero atajó dos penales en la tanda de los tiros de los doce pasos y el Xeneize le ganó 4-2 por esa vía (el partido había terminando 1-1) al Palmeiras y jugará la soñada final de la Copa Libertadores de América con el Fluminense de Brasil el próximo 4 de noviembre en el Maracaná.

Antes de los emocionantes penales, pasaron 90 minutos de juego distinto. En el primer tiempo Boca se sintió cómodo y se fue al descanso ganando 1-0. En el complemento cambió la historia y Palmeiras no sólo logró el empate sino que estuvo cerca de quedarse con la victoria, más aún porque Boca jugó con uno menos tras la expulsión de Rojo. Dos factores incidieron para eso. El ingreso del juvenil Endrik y las malas decisiones del DT de Boca, Almirón, que eligió meterse atrás demasiado temprano.

El primer tiempo salió parejo aunque Boca justificó la ventaja por su oportunismo. Luego de los diez primeros minutos que fueron de "estudio", ambos buscaron atacar con sus armas. El local basándose en la tenencia de la pelota y Boca con la sagacidad de un equipo inteligente para cumplir al pie de la letra lo pactado.

Estaba claro que Palmeiras atacaba y Boca esperaba. Lo mismo que en el partido de ida, pero al revés. Es decir con roles cambiados. En el Xeneize Barco se mostraba como la carta fuerte. Porque era el único capaz de desequilibrar en base a su gambeta y atrevimiento. Después de un golpe sin sentido de Rony sobre "Chiquito" Romero el partido se fue tornando más fuerte que otra cosa. Es más, rayando al límite de lo permitido.

El "Colo" y su calidad. Gran primer tiempo, cuando Boca fue mejor. Después, en los penales, apareció Chiquito Romero.

Hasta que a los 23′ se dio la apertura. Merentiel le ganó a lo guapo una pelota a Gómez por izquierda y su centro punzante lo aprovechó Cavani para mandarla al fondo. El gol de Boca dejó atontado al local. Es más: podría haber aumentado el marcador aprovechando los espacios que empezó a dejar el dueño de casa. A Palmeiras no se le caía ninguna idea. Tenía la pelota pero no lastimaba.

El complemento fue otro. Los cambios en Palmeiras le dieron personalidad en ataque, en especial por el pibe Endrik. Volvió loco a Rojo, que hasta se ganó una tarjeta amarilla. Palmeiras era una tromba. Boca aguantaba. Más todavía cuando Almirón mandó a Valdez por Merentiel. Después Boca se quedó con 10 jugadores porque Rojo fue expulsado. Todo se le complicó al equipo argentino y sólo atinó a defenderse. Llegó el empate de Piquerez y se fueron a los penales. En esos que "Chiquito" es un monstruo.

 

DEFINICIÓN

9 los penales de la serie. En Boca acertaron Valdez, Valentini, Figal y P. Fernández; falló Cavani. En Palmerias lo hicieron Kevin y Piquerez; Romero le atajó a Gómez y Veiga.