El paso de Agustín Orión por San Juan no será olvidado muy fácilmente. El arquero de Boca empezó ganándose primero la silbatina de la gente de la Popular Norte, después fue protagonista de un par de empujones con Carlos Bueno y una amarilla del árbitro Loustau que calentó todo. Volvió al arco, siguió su duelo con la gente y a los 27’ del complemento, terminó siendo el más odiado de la cancha tras la desafortunada acción que terminó en la grave lesión de Carlos Bueno. Atajando, Orión había mostrado sus pergaminos sacándole un remate abajo a Gelabert contra su palo y después dos peligrosas entradas de Bueno. No pudo hacer nada en el gol de Figueroa y terminó su noche con el protagonismo más amargo que el mismo Orión afrontó en las declaraciones pospartido: “No hubo mala intención. Fue una jugada rápida, desafortunada, con Carlos Bueno. Yo salí y chocamos, tengo la rodilla inflamada y lo único que me queda es desear que lo del Loco no sea tan grave, que tenga una pronta recuperación. Pero no hubo mala intención. Eso lo aseguro”.
Otro de los temas en los que Orión fue protagonista fue con los proyectiles que reclamó que le caían en el primer tiempo: “Esto de los proyectiles es algo que en Argentina no tiene solución. Parece que nadie va a decidir nada hasta que lastimen mal a un jugador. Yo reclamé eso y nada más”.
Así fue el paso de Orión por San Juan. Inolvidable para todos lo que vieron el partido en Concepción sabiendo que lo que pasó no fue poco en una noche que terminó más que caliente.

