Los pro y contra. Los habitantes chinos demuestran en su día a día diversos aspectos para destacar, aunque también aparecen esos puntos negativos que deben ser corregidos.

 

Esta China es, día a día, una nueva sorpresa. Dicho varias veces que su cultura y sus formas de vida son completamente diferentes a las nuestras, la de los argentinos, vale la pena detenerse en hechos puntuales. Por ejemplo, en cuanto al orden, los chinos son prácticamente obsesivos. Siguen las reglas como nadie. Al pie de la letra. Salirse de lo establecido no figura en sus manuales. Saben que las bicicletas y las motos van por un lugar. Y los autos por otro. Que los peatones sólo pueden cruzar una calle en las esquinas. Y que esos lugares son cualquier esquina. Porque hay cuadras que tienen hasta 200 metros para poder cruzar. En la zona semi céntrica, donde está el hotel que se hospedan los argentinos, inclusive hay vallas en todo la extensión de la parte donde no se puede cruzar. Y éstas vallas son tres. Una de cada lado y la otra en el centro de la calle, dividiendo los carriles que van para uno y otro lado. Cruzar, entonces, por un lugar no establecido es casi un suicidio, porque las movilidades aparecen por todos lados y el peatón no tiene escapatoria si está ahí en el medio.

En la puntualidad es algo parecido. Es decir, los chinos son respetuosos al cien por ciento de los horarios. Por la mañana, empiezan a aparecer con el mismo sol. Prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, las calles son un mundo de personas circulando. Las tiendas -las grandes y las más chicas- están abiertas desde las ocho en punto. Hacen turno corrido. Y tienen mucho cuidado en respetar los horarios porque permanentemente los están controlando con comisiones de los trabajadores, que salen a hacer inspecciones sobre el tema. Las multas son enormes y las firmas comerciales acatan la disposición a rajatablas.

En lo que no andan muy bien es en el respeto a otras personas. Son "calentones" por naturaleza y empiezan a los gritos cuando no se entienden. Parece ser una característica de todos. Lo bueno es que no pasa a mayores, porque después de los gritos cada uno parece entender el tema y "afloja" para volver a la normalidad.

Estos chinos viven su mundo. No copian ni se asemejan a nuestra cultura. Se mueven sin que en las calles figuren muchos policías. Parecen tener todo controlado. Tan distinto a nosotros que se entiende porqué son lo que son.

 

Diferentes

 

Algo que diferencia a los tres mundiales de hockey sobre patines en China es el día de descanso que tuvieron en un par de casos, mientras que en otro no hubo jornada libre. Este último certamen es el del Sub-20, que hoy tendrá su jornada final luego de seis días a pura actividad. Situación diferente es la que vivirán las mujeres, con Las Aguilas disputando el choque por el cetro ecuménico ante su par español
Mientras que los varones mayores tendrán su punto de partido el próximo domingo y el día de descanso se dará el miércoles, luego de la disputa de la fase de grupos. Diferencias entre uno y otro torneo, implementados en esta primera edición de los World Roller Games.