Al técnico Sampaoli le faltó tacto. No tuvo la mente abierta para crear alternativas previas por si el partido tomaba un rumbo impensado. Como pasó. Inclusive, equivocó el camino inicial. Quiso romper el juego rival con dos “5” (Mascherano y Biglia) que se mostraron lentos. Demasiado para lo que le propusieron los mediocampistas españoles.

Partiendo de esa base, más la elección de Rojo como compañero de Ottamendi en el fondo, quedaron al desnudo los errores conceptuales del DT. Lo peor de todo es que esta goleada en contra no sólo dejó resentido al grupo en lo anímico sino que tiene que haber sido un puñal a los preparativos del propio Sampaoli. Ya lo dijo una vez: “Esta Selección es más de Messi que mía…”. Y a la vista está. Porque parece que no se le cae otra idea que rodear al jugador del Barcelona para jugar mejor. ¿Y si no está, como pasó ayer? Dirán que fue un partido amistoso, pero perder de esa manera es inusual. El técnico tendrá que preocuparse más en el juego y “comerse menos la campera”, como lo hizo ayer…